21 consejos creativos para aplicar en jardinería Artículo Publicado el 14.05.2015 por Javi

No se trata de ser avaros pero sí ahorradores y la verdad es que en el jardín podemos usar muchos resíduos, productos y objetos que genera o usamos habitualmente en el hogar. Conseguiremos mejorar la salud de nuestras plantas y realizar tareas en el jardín con mucho menos presupuesto que si adquirimos productos y complementos específicos para jardinería. Igual así a bote pronto no caes en la cuenta pero con estos 21 consejos creativos para aplicar en jardinería podrás adelgazar un poco los gastos del jardín.

Hay ideas ingeniosas para reutilizar objetos cotidianos del hogar y formas muy inteligentes de aprovechar los desechos que de otra manera irían al cubo de la basura. Éstos residuos, en el jardín, pueden realmente mejorar el aspecto de tus plantas y ayudar a protegerlas.

El café que tomamos habitualmente es el resultado de tostar y moler las semillas de unas bayas, las que produce el cafeto. Es por tanto materia orgánica cien por cien y un aliado importante para el amejoramiento del suelo donde tenemos cultivadas nuestras plantas. Aprovechar los posos de nuestro consumo habitual puede ser suficiente para un grupo de macetas o un pequeño jardín.

Cuando las tijeras de podar o herramientas similares van pesadas hay un buen truco que las pondrá otra vez en forma. Con cera para automóviles puedes conseguir que vuelvan a funcionar perfectamente.

Usas tus herramientas de jardinería y después las guardas, muchas veces sin limpiar, en cualquier lugar. Al poco tiempo están feas y oxidadas. Pues es muy sencillo tenerlas impecables, un recipiente con arena te servirá para limpiarlas y sobre todo para conservarlas en perfectas condiciones.

La cafetera nos ofrece otro resíduo que podemos aprovechar para nuestras plantas. Los filtros de café pueden usarse en las macetas para evitar que el sustrato drene demasiado rápido y se cuele por el orificio de drenaje, con lo molesto y engorroso que ello resulta. Habrá que regar con menor frecuencia pues el filtro retendrá parte de la humedad.

Una cama elevada es un objeto exclusivo de jardinería y horticultura, es evidente, pero reune tantas ventajas que es una magnífica inversión. Tampoco te costará tanto, puedes hacerlas tú mismo con unas tablas de madera que no es indispensable que sean nuevas.

Las sobras de verduras, frutas y hortalizas que consumís en casa pueden ir perfectamente a la pila o el cubo del compost. Serán una gran ayuda para conseguir un buen nutriente para tus plantas.

A veces guardamos semillas durante mucho tiempo, nos olvidamos de ellas y cuando las redescubrimos no sabemos si estarán en condiciones o no. Antes de sembrarlas en macetas o en el suelo es mejor probarlas antes en una servilleta o toalla húmedas, así sabremos si germinan o no.

Con un barril de lluvia no sólo ahorrará agua sino que también ayudará al medio ambiente. Los hay de diversos tamaños para cubrir todo tipo de necesidades. Y también puede ser un buen proyecto DIY pues como se ve no son difíciles de hacer por uno mismo.

Pajaritos, pequeños mamíferos, a veces, sobre todo cuando las plantas son más tiernas resultan un verdadero incordio. Mantenerlos alejados puede ser tan sencillo como plantar los tenedores desechables entre las plántulas.

Aprovechar las botellas plásticas para usarlas como invernaderos de nuestras macetas o plantas del jardín es otra excelente forma de cuidar el medio ambiente y al mismo tiempo aprovechar los resíduos que generamos.

¿Te vas fuera unos días o no quieres estar pendiente todo el tiempo de tus plantas? Con un sistema tan sencillo como éste puedes mantener tus cultivos bien hidratados. Un recipiente con agua y toallas de papel enrolladas y sumergidas en él actuarán como mechas y conducirán el agua hasta las plantas.

Cuando cocemos verduras y hortalizas es una excelente idea guardar el agua de cocción para hacer otros platos pero al final puede que acabes teniendo demasiado caldo de verduras. Puedes aprovecharlo también en el jardín o en las macetas de tu terraza pues este caldo está cargado de vitaminas y minerales que le irán de maravilla a tus plantas.

¿No tienes regadera? Pues házte una con una botella plástica, para ello perfora el tapón y listo.

Ésta es una de esas curiosidades que la primera vez que la ves te sorprende muchísimo pero tiene mucha lógica. Cuando queremos que un recipiente aumente la capacidad de retención de la humedad, una maceta, una cesta de fibra vegetal, el que sea, añadir un pañal de bebé en el fondo del recipiente actuará como una reserva de agua.

En las zonas de inviernos fríos o con plantas muy sensibles al mismo, la mejor forma de disfrutar de todo tipo de plantas es enterrar unos cubos de plástico u otro material en el suelo y colocar dentro las macetas, recubrimos de tierra y las disfrutamos durante la temporada de calor. Antes de que arrecien los fríos desenterramos las macetas y las resguardamos en casa.

Un semillero económico, natural y aromático. Las cortezas de los cítricos consumidos en el hogar pueden usarse de la forma que veis arriba para plantar vuestras semillas.

De lo natural a lo industrial, los envases plásticos de los yogures y demás productos lácteos son también excelentes semilleros.

Un enrejado realizado con cañas de bambú nos resultará más económico que uno metálico y sobre todo será más ecológico y decorativo.

Las tiras de papel de semillas son una buena idea para cultivar semillas de pequeño tamaño y a la distancia perfecta. Guardar éstas tiras enrolladas en un rollo de cartón nos permitirá llevar a cabo el cultivo en el momento que queramos y de una forma rápida.

Los tubos de cartón, del papel higiénico y las toallas de cocina, son indudablemente unos grandes aliados en el jardín. Nos pueden servir también como semilleros biodegradables que podemos plantar directamente en tierra cuando el tiempo lo permita.

Las cáscaras de huevo también tienen usos destacables en el jardín. Rotas en trozos medianos serán un buen repelente de babosas y caracoles y si las trituramos más finamente podemos agregarlas a la tierra para corregir su acidez o falta de calcio.