Cómo cambiar de lugar un rosal en el jardín Artículo Publicado el 06.06.2015 por Javi
Cuando, por el motivo que sea, hemos de transplantar un rosal la mejor época para llevar a cabo la tarea es a comienzos de la primavera. En ese momento los rosales reanudan su periodo de crecimiento tras el aletargamiento invernal.
La savia se fluidifica y todo el rosal renace de nuevo a la vida. Aprovecharemos toda esta energía para que el transplante resulte lo menos traumático posible a la planta.
Comenzaremos a trabajar retirando la tierra a unos 20-25 cm del tronco de la planta. Incluso en esta distancia habrá parte del sistema radicular que deberemos de cortar, lo haremos lo más limpiamente posible con unas tijeras de podar.
Seguiremos excavando y buscando liberar a la planta manteniendo un buen cepellón. Ello implicará que tengamos que cavar hasta unos 50 cm por debajo del nivel inferior del tronco pero es importante mantener el mayor número de raíces en buen estado.
Finalmente cuando podamos introducir la pala por debajo del cepellón tendremos el rosal en nuestras manos, listo para transplantarlo a otro lugar.
Si vamos a cambiarlo de sitio dentro de nuestro jardín podemos hacerlo sin tomar ninguna protección para las raíces. Pero si hemos de cubrir una mayor distancia o va a transcurrir cierto tiempo fuera de la tierra habrá que recubrir el cepellón del rosal con un plástico para que no se deshidrate.
Antes de volver a plantar el rosal practicaremos un reconocimiento a fondo de las raíces. Para ello hemos de fijarnos sobre todo en las raíces muertas o que presenten cualquier signo de enfermedad, pudrición. moho, etc.. y las cortaremos con las tijeras de podar.
Buscaremos un lugar donde el rosal vaya a recibir un mínimo de seis horas de sol al día. Aunque algunas variedades de rosa prefieren la sombra, la mayoría son grandes amantes del sol.
El hoyo donde vayamos a transplantar el rosal debe tener un diámetro de unos 45 cm más o menos y unos 40-45 cm de profundidad. Debe contar con un buen drenaje para evitar todos esos problemas relacionados con la humedad que suelen atacar a los rosales. Añadiremos fertilizante especial para rosales que ayudará a la planta en este momento tan traumático.
Introduciremos las raíces del rosal en el orificio procurando que el tallo quede al mismo nivel que estaba en el anterior lugar. Para ello ajustaremos la profundidad del hoyo añadiendo o quitando tierra.
El rosal precisa espacio libre alrededor para que el aire circule libremente y sin dificultades. Es una medida imprescindible para evitar las enfermedades fúngicas tan habituales en los rosales.
Acabaremos de rellenar con tierra para cubrir todas las raíces, compactaremos la tierra suavemente para que no quede ninguna bolsa de aire. También es bueno formar un pequeño montículo en la base de la planta para que el agua de riego no llegue a mojar el tronco.
Es imprescindible prever un sistema de fijación cuando se trata de rosales trepadores. En las otras variedades dependerá de la altura del mismo pero siempre le irá bien un poco de ayuda aunque sea de forma temporal.
Y con todo esto ya tendremos nuestro rosal listo para que continúe su desarrollo en el nuevo lugar que le hemos reservado en nuestro jardín.
Hola yo quisiera hacer una pregunta, yo quiero cambiar de lugar mi jardín q lo tengo hace unos cuantos años en el mismo lugar q no da mucho sol pero ya las plantas están como acostumbrada digo yo.Pero mi duda es q se me sequen mis plantas cuando las cambie a ese otro lugar q tengo pensado, es conveniente o no??? y también por la temporada en q lo quiero hacer esta bien o tengo q esperar a la primavera del año que viene, desde ya muchas gracias