Cómo cuidar el Lithops (Piedras vivas) Artículo Publicado el 02.05.2018 por Flavia
El Lithops, también conocido como piedras vivas, piedras vivientes o plantas guijarro, es un género de plantas suculentas de pequeño tamaño, originarias del Sur de África; presentan un único par de hojas infladas y matizadas que se unen a un tallo corto enterrado en el suelo. Sus hojas miden aproximadamente unos 5 cm de diámetro y están divididas en el extremo. En esa misma división nace una flor similar a la Margarita, cuando finaliza el verano o comienza el otoño. Según la especie de que se trate, la flor puede ser amarilla o blanca.
Las plantas que se parecen a unas piedras pequeñas y redondeadas, forman racimos que, luego, dan lugar a una maceta repleta de estas “piedras”. Las flores tienen una duración de una semana y un buen grupo de “piedras vivas” puede llegar a florecer durante dos meses. Una de las especies más populares es la Lithops lesliei que posee hojas aplanadas en la parte superior de 4 cm, cuyo color puede variar desde el rosa hasta el marrón verdoso. En verano u otoño surgen grandes flores de color amarillo mayores a 3 cm de ancho.
Cuidados durante todo el año
Realiza un cambio de maceta cada tres años en primavera, utilizando un recipiente de 8 cm con compost de cactus y un puñado de arena fina, o bien una mezcla de compost y arena fina a partes iguales, agregando trozos de tiesto en la base para asegurar un buen drenaje.
La temperatura ideal de la Lithops es de 18 °C, aunque puede elevarse hasta los 27 °C sin que sufra ningún problema. Asegúrale la mejor iluminación posible y riégala esporádicamente hasta que las flores se marchiten. Agrégale un fertilizante líquido al agua cada seis semanas a lo largo de todo el verano.
En otoño mantén a la planta una temperatura de 10 °C en el sitio más luminoso de tu casa y reduce el riego, de modo que pueda secarse completamente, permaneciendo así durante todo el invierno. En este período las hojas se arrugarán y surgirá un nuevo par de hojas entre ellas, aumentando de tamaño hasta que al llegar la primavera estén completamente formadas y las posteriores se hayan secado. A partir de allí, tendrás que empezar a regar la planta.
Problemas
Una exposición prolongada a las bajas temperaturas ocasionará graves daños a las plantas por lo que tendrás que asegurarle una temperatura mínima de 10 °C. Por otro lado, mantén las plagas controladas con un insecticida sistémico a base de dimetoato.