Cómo cultivar arándanos Artículo Publicado el 28.04.2016 por Javi

Aunque el arándano es una planta que necesita inviernos fríos para crecer y producir correctamente también podemos cultivarlos si vivimos en zonas de clima más templado. Obviamente hay que tomar unas precauciones y sobre todo saber elegir las variedades más adecuadas para nuestro territorio y climatología.

En consideración a estos factores elegiremos unas variedades u otras de arándanos. La Northern Highbush va muy bien para climas fríos y el Southern Highbush para localizaciones con climas más suaves. Hay muchas más variedades y desde luego la forma de acertar es ir directamente a nuestro centro local de jardinería y ver las variedades que allí venden, serán las más adecuadas para nuestra zona.

Los arándanos necesitan un suelo ácido con un pH de 4-5 y ésta si que es una condición importante. Si nuestro suelo es alcalino deberemos intervenir para aumentar su acidez si queremos tener éxito en el cultivo de arándanos. Si los vamos a cultivar en maceta usaremos un sustrato lo suficientemente ácido. Para aumentar la acidez de nuestro suelo recurriremos a la materia orgánica cuando se trate de un suelo suelto y si se trata de un suelo arcilloso y compacto usaremos azufre, hierro o algún fertilizante amónico.

Durante el primer año sobre todo hay que mimar a la planta, no debe faltarle el agua aunque tampoco debemos permitir que se encharque el suelo, deberemos haber previsto un correcto drenaje. Durante los dos o tres primeros años pinzaremos las flores, que aparecerán al final del invierno o principios de la primavera, para que la planta concentre sus energías en formar un buen sistema radicular.

Podaremos las ramas dañadas o secas y que presenten mal aspecto. La primavera y el otoño son las estaciones en que debemos fertilizar los arándanos con material orgánico o abonos. También son buen momento para renovar el mantillo, el acolchamiento es imprescindible para mantener las raíces protegidas del frío y controlar la evaporación del agua, además con su descomposición ayuda a mantener la acidez del suelo.

Cuando las bayas comienzan a tomar color hay que protegerlas con malla para que no se las coman los pájaros. Un último consejo, los arándanos son de polinización cruzada por lo que si queremos tener cosecha debemos plantar como mínimo tres ejemplares de la misma variedad.