Cómo cultivar berenjenas Artículo Publicado el 06.07.2015 por Javi
La berenjena es un cultivo típico de verano en la zona mediterránea. Y forma parte por tanto de muchos y ricos platos de los países de dicha área. La planta cuenta con un sistema radicular muy fuerte y una parte aérea ramificada y erecta. Sus hojas son oblongas, de color verde grisáceo y están recubiertas de pequeños pelillos.
Esta solanácea florece con unas bonitas flores blancas y moradas que luego forman los conocidos frutos que pueden ser morados, blancos y morados o incluso completamente blanquecinos dependiendo de las variedades. Hay que remarcar que la berenjena sólo es comestible tras la cocción. En su interior cuenta con un gran número de minúsculas semillas que de normal no molestan para nada el consumo.
La berenjena se cultiva desde semillas en semillero o directamente en el suelo. En el primer caso se realizará la siembra a finales de invierno y en el segundo caso en primavera.
Si las cultivamos en semilleros esperaremos a que las plántulas alcancen una altura de unos 15 cm y cuenten al menos con tres hojas.
La berenjena necesita lugares muy soleados y cálidos. El terreno debe ser profundo, fresco y rico en materia orgánica. Precisará riegos regulares para mantener siempre un cierto grado de humedad en el terreno.
Las plantaremos en el suelo con una separación de 80 cm entre filas y 50 cm en la fila. La recolección de esta hortaliza se realiza durante todo el verano hasta principios del otoño cuando los frutos tienen un buen tamaño y un profundo color morado. Las enfermedades típicas de las berenjenas son las criptogámicas como el moho gris, antracnosis, mildiu y oidio.