Cómo cultivar Ginseng en macetas Artículo Publicado el 29.07.2019 por Flavia
El Ginseng es una planta medicinal originaria de América del Norte y Asia, que se cultiva principalmente por sus raíces que, pueden consumirse frescas o secas. Esta planta herbácea perene que, a menudo se llama “raíz de la vida” debido a sus propiedades terapéuticas, se puede cultivar tanto en el jardín como en macetas. Sigue leyendo para aprender a hacerlo de la segunda manera.
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El Ginseng tiene hojas oscuras y lisas con los bordes dentados y diminutas flores blancas se convierten en bayas rojas. Los chinos han utilizado las raíces del Ginseng con fines medicinales durante miles de años. Se dice que detiene la inflamación, reduce la ansiedad, mejora el poder cognitivo y restaura la vitalidad.
Está disponible como suplemento y en forma de té, pero cultivar el Ginseng en macetas es realmente fácil. No obstante, antes de embarcarte a hacerlo debes saber que es un proceso lento y largo.
Cultivar el Ginseng en macetas es fácil y rápido
- Escoge un recipiente de aproximadamente 40 cm de diámetro y 24 cm de alto y asegúrate de que tenga orificios de drenaje en la base.
- Utiliza tierra para macetas ligeramente ácida.
- Puedes cultivar el Ginseng en macetas a partir de semillas o plántulas. Ten en cuenta que las semillas pueden demorar hasta un año y medio en germinar. Requiere aproximadamente seis meses de estratificación en el refrigerador con turba o arena, aunque también puedes comprar semillas ya estratificadas. Ponlas en la maceta en otoño a 4 cm de profundidad.
- También puedes optar por las plántulas que son más fáciles de cultivar. Los precios de estas variarán según su tamaño y edad, pues ten en cuenta que el Ginseng demora muchos años en alcanzar la madurez.
- Lleva el recipiente al aire libre con sol indirecto. La planta del Ginseng se adapta a condiciones de heladas y sequías leves. Una ubicación en el norte o este de un árbol, pared o seto es perfecta.
- No fertilices el Ginseng, lo mejor es usar mantillo de hojas para cubrir las semillas.
- Riégalo regularmente y en pequeñas cantidades para mantener el suelo húmedo.
Evita usar macetas de barro porque estas tienden a absorber la humedad y se secan rápidamente. Decántate por macetas de plástico y si quieres que se vea más decorativo, pon estas dentro de macetas de arcilla pintadas.