Cómo cultivar rosas en maceta Artículo Publicado el 17.12.2015 por Javi

La rosa es una de las flores más importantes en jardinería, la verdad es que no puede faltar en ningún jardín. Pero cuando no disponemos de terreno sobre el que cultivar rosas también podemos hacerlo en macetas y jardineras para que nuestro patio, terraza o balcón puedan brillar con estas reinas de las flores.

Las rosas son una de las plantas con más diversidad del planeta, hay 14000 variedades de rosas en el mundo que pueden adaptarse a temperaturas extremas de decenas de grados bajo cero hasta más de 40º C positivos. Seguro que encontraremos la variedad más adecuada para nuestra zona geográfica y la mejor adaptada para crecer en un espacio limitado.

Los rosales enanono o rosas miniaturas, también conocidas como rosas de pitiminí, están especialmente indicadas para su cultivo en contenedores. La mata no suele crecer más allá de unos 40-50 cm y las flores también son pequeñas, entre 2.5 y 5 cm. Aunque si prefieres rosas grandes nada te impide cultivar rosas de té híbridas, las flores alcanzan un tamaño alrededor de los 12 cm de diámetro. Necesitarás obviamente un contenedor adecuado para estos rosales que pueden medir hasta 180 cm de altura.

También podemos decantarnos por las rosas floribundas, procedentes de un cruce de rosa híbrida de té y rosa polyantha. Su principal característica es que las rosas florecen en ramilletes y suelen tener una profusa floración. Alcanzan una altura de unos 90 cm y se pueden cultivar perfectamente en una maceta grande. Los rosales miniaturas se pueden cultivar perfectamente en macetas de 25-30 cm de diámetro, los rosales grandes en cambio precisarán macetas de al menos 40 cm de diámetro. Debemos rellenarlas con sustrato para rosales y contarán con un buen drenaje.

Compraremos los rosales de nuestra elección y los trasplantaremos a sus macetas definitivas, la mejor época del año para el cultivo de rosales es la primavera. Iremos exponiéndolos a la luz solar de forma progresiva, un par de horas los primeros días e iremos aumentando hasta llegar a las 7 horas de exposición solar como mínimo. El riego también es fundamental, sobre todo en los rosales recién plantados pero incluso cuando ya estén bien implantados deberemos vigilarlo pues la desecación del suelo en las macetas se produce de forma más acelerada.