Cómo cultivar y cuidar la Abelia Artículo Publicado el 25.01.2023 por Flavia
La Abelia, mejor conocida por su follaje hermoso y sus largos tiempos de floración, consta de 30 especies de arbustos de hoja perenne y caduca. Estos arbustos producen hojas puntiagudas y ovaladas de color amarillo o verde con detalles en color naranja, bronce, borgoña o rosa. Sus flores tubulares son de color blanco, rosa o amarillo y tienen una larga temporada de floración que va desde la primavera al otoño. Sigue leyendo para aprender a cultivar y cuidar la Abelia.
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Una vez que se establece, es muy fácil de cuidar y requiere poco mantenimiento. Su follaje cambia de color durante la época de crecimiento y sus flores hermosas atraen mariposas, colibríes y otros insectos polinizadores.
Rara vez se ve afectada por las plagas y las enfermedades.
La mejor época para plantar la Abelia es a principios de la primavera o del otoño. Escoge un lugar con pleno sol y un suelo rico y bien drenado. Planta en un hoyo más grande que la raíz de la Abelia y deja que la parte superior del sistema de raíces quede por encima del suelo.
Cuando plantas a la Abelia al pleno sol, su follaje se torna más vibrante y su floración es mucho más saludable. Por otro lado, prospera en suelos fértiles, húmedos y drenados con distintas condiciones de suelo. Antes de plantar, se aconseja enmendar el suelo con compost.
En cuanto al agua, debes regar la abelia una o dos veces por semana para que se mantenga vibrante y saludable. Antes de regar de nuevo, deja que el suelo se seque.
Por otra parte, la Abelia se beneficia de un suelo rico en materia orgánica. Añade compost cada año para proporcionarle los nutrientes necesarios. También se aconseja proporcionarle a la planta un fertilizante para arbustos de liberación lenta a principios de la primavera para darle a la Abelia el impulso necesario para otro año de crecimiento.
La poda hará que los arbustos de Abelia crezcan limpios y fuertes. Poda a fines del invierno o a principios de la primavera y retira las ramas muertas o dañadas.
En cuanto a la propagación, puede hacerse mediante esquejes de madera dura o blanda, siendo los primeros los más resistentes que los otros. Los de madera blanda deben tomarse en primavera, mientras que los de madera dura se toman en otoño.
