Cómo hacer un jardín zen en miniatura Artículo Publicado el 11.01.2016 por Javi

Los jardínes zen se inspiran en la tradición japonesa de los jardínes secos en los que la arena y la grava se convierten en superficies sobre las que el jardinero plasma sus pensamientos y su visión de la Naturaleza. Alguna vez nos hemos ocupado de esta curiosa jardinería pero hoy vamos a ver cómo hacer un jardín zen en miniatura. No es ni más ni menos que una representación de un jardín zen hecho a una escala mucho menor para poder tenerlo sobre el escritorio o cualquier mueble de la casa.

Un jardín zen en miniatura es un complemento decorativo de primer orden y que además resulta muy relajante trabajar con él. Nos olvidaremos durante unos minutos de los pensamientos que fluyen por nuestra cabeza de forma descontrolada.

La mayoría de los jardínes zen en miniatura se realizan con materiales secos, piedras, grava y arena, aunque podemos darles un poco más de vida añadiendo algunas plantas de bajo mantenimiento. Se trata de que nos sirva de relax y no que nos tenga en tensión por su cuidado y mantenimiento.

En los jardínes zen las piedras y rocas representan la tierra y la arena en cambio representa el agua, de ahí que se le suela dar ese aspecto de movimiento mediante el trabajo con el rastrillo o ‘samon’ y otros instrumentos. Las pequeñas plantas que se usan en el jardín zen representan la vegetación terrestre.

Como veis no resultará nada difícil preparar un jardín zen a nuestro gusto y con nuestras propias manos. Necesitaremos algunos materiales como los que relacionamos a continuación:

• Arena y guijarros
• Rastrillo o samo
• Un recipiente o caja de madera o metal
• Aceites esenciales
• Plantas (musgo, plantas aéreas o suculentas)

Una bandeja o una caja de madera puede ser un buen recipiente aunque podemos usar muchos otros incluso de cristal. La arena y los guijarros podemos recogerlos nosotros mismos o comprarlos en un centro de jardinería. El aceite esencial se usa para aromatizar la arena, así cuando la rastrillemos mos nuestro olfato también participará del acto. También se puede añadir un poco de aceite de jojoba a la arena para que mantenga un aspecto húmedo y para que los dibujos que tracemos sobre la arena duren más tiempo.

Aunque en los jardines zen clásicos las líneas concéntricas alrededor de las piedras son un elemento indispensable podemos crear nuevos patrones e incluso usar arena coloreada para obtener un mayor impacto decorativo.

Las plantas que usaremos son básicamente el musgo, es la que se usa en los jardínes zen clásicos; pero también podemos usar plantas aéreas y plantas suculentas. Son plantas éstas que apenas tienen mantenimiento y combinan muy bien en un medio seco.

También podemos usar la inspiración de los jardines zen en miniatura para nuestras composiciones de suculentas en exterior. Ir reuniendo cantos rodados, piedrecillas y arena será una buena tarea durante los paseos del fín de semana por la playa o el monte.