Cómo recuperar el césped dañado Artículo Publicado el 11.08.2014 por Javi
Tener césped en el jardín comporta un correcto mantenimiento y los cuidados necesarios para recuperar las zonas dañadas. Es imprescindible tener en cuenta que el césped es algo vivo que va a requerir cuidados constantes y regulares. Hemos de tener eso bien claro antes de decidirnos por esta cobertura del suelo para que después no tengamos problemas. Vamos a ver cómo podemos recuperar las zonas dañadas, por el motivo que sea, de nuestro césped.
En cualquier estación del año nuestro césped puede sufrir alguna agresión, ya sea climática, por plagas o enfermedades que harán que algunas áreas del mismo pierdan su buen color y lozanía. Lo primero que debemos hacer cuando nuestro césped presente una calva o un área donde amarillee será establecer un diagnóstico. El diagnóstico acertado será imprescindible para poder llevar a cabo las acciones pertinentes.
Si más de la mitad de césped está en malas condiciones hay que plantearse la eliminación total y volver a partir de cero. Ello lo podemos hacer usando un herbicida total o arrancando el césped por medios mecánicos.
Si optamos por usar un herbicida total esperaremos dos semanas a que surta el efecto completo y después recortaremos con la segadora el césped seco para que no moleste ni haga sombra a las nuevas semillas que vamos a sembrar. El siguiente paso será pasar un escarificador mecánico para cortar las raíces y airear el suelo. Después recogemos los restos del césped y si no estaba enfermo o con plagas usarlo como compost.
El siguiente paso será sembrar el nuevo césped. Para ello podemos usar una herramienta de siembra como la de la imagen o a voleo manual. Será conveniente realizar cuatro pasadas de norte a sur y de este a oeste para asegurar una siembra lo suficientemente densa.
Podemos añadir un tratamiento herbicida de suelo para evitar las malas hierbas que puedan quitarle espacio y nutrientes a nuestro recién sembrado césped. Si la siembra se realiza en otoño este paso se puede evitar.
A continuación regaremos abundantemente, al menos durante la primera semana el suelo debe permanecer bien húmedo. En las siguientes semanas seguiremos con un par de riegos cortos diarios para que el suelo no se seque. Cuando germine y coja fuerza el césped pasaremos a un riego diario de 10 o 15 minutos.
Fotos: bhg.com