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Cómo regar los árboles jóvenes y los ya establecidos Artículo Publicado el 23.03.2022 por Flavia

Cuando el clima seco se prolonga durante mucho tiempo, los árboles de tu jardín podrían perjudicarse, dado que estos, al igual que otras plantas, necesitan de agua y nutrientes para sobrevivir. La cantidad de agua que precisan dependerá de muchos factores como, por ejemplo, la edad, la época del año, la especie, el clima y el tipo de suelo. Sigue leyendo para saber cómo regar los árboles jóvenes y los ya establecidos.

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Como regla general, los árboles jóvenes y los recién plantados, precisan un riego mucho más frecuente que los árboles viejos o ya establecidos. Pero, durante largos períodos de sequía, todos se beneficiarían de un riego suplementario. El riego suplementario maximiza el crecimiento de los árboles jóvenes y mantiene sanos los árboles viejos.

Durante los primeros meses después de la siembra, la mayoría de las raíces del árbol podrían estar aun dentro del cepellón original y tan solo algunas empiezan a crecer más allá del área. El cepellón y el suelo de alrededor deberían mantenerse uniformemente húmedos para fomentar el crecimiento saludable de las raíces del árbol.

Al cabo de unos meses, expande la zona de riego para cubrir toda el área debajo del dosel. Para que un árbol se establezca, pueden pasar dos o más temporadas de crecimiento. Es importante proporcionarles humedad suplementaria durante esos años, en caso de que la naturaleza no proporcione lluvias regulares. Durante el clima cálido y seco, los árboles nuevos podrían requerir agua hasta tres veces por semana.

Las raíces de un árbol establecido se extienden más allá del borde de dosel. Aunque estas pueden penetrar el suelo profundamente, la mayoría de las raíces de los árboles se concentran en los 45 centímetros superiores del suelo. Cuando riegues árboles ya establecidos, riega profundamente en toda el área debajo de la copa del mismo y haz que se extienda varios centímetros más allá del borde de dosel, también llamado línea de goteo.

Humedece el suelo a una profundidad de 25 centímetros cada vez que riegues y para evitar que el árbol se pudra, no riegues directamente el tronco ni alrededores cercanos.

La forma más sencilla de verificar la humedad del suelo es tomando un destornillador largo, de aproximadamente 20 cm o más y clavarlo en el suelo. Si no puedes empujarlo en al menos 15 cm, es hora de regar.

La mejor manera de regar un árbol es mediante una manguera de remojo. Rodea el árbol con una espiral de manguera de remojo y ponla en funcionamiento durante una hora o más, el tiempo que demore el agua en penetrar 15 o 20 cm, usando la prueba del destornillador.

De ser posible, evita regar durante las horas más calurosas del día.


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