Conoce a la acacia Artículo Publicado el 03.04.2015 por Carolina
Con el nombre de acacia se conoce a una serie de arbustos y árboles que pertenecen a la familia de las Fabáceas. Es decir, a unas 1.400 especies diferentes que se ubican en todo el mundo, sobre todo en las zonas tropicales y subtropicales.
Las especies de acacia más populares son: la acacia armata, la acacia baileyana, la acacia dealbata, la acacia longifolia, la acacia mucronata, la acacia farnesiana y la acacia verticillata.
Se trata de un árbol de gran porte (puede llegar a alcanzar una altura de 30 metros) que crece de manera rápida.
Para su correcto desarrollo necesitar una temperatura suave (que ronde los 15 grados centígrados) y suelos ácidos y bien drenados. Esto, sin embargo, puede variar pues hay especies que crecen en suelos erosionados o pobres. Esto es posible por la estructura de sus raíces, que pueden absorber nutrientes a través de bacterias y hongos que viven asociados a ellas.
Sus ramas se concentran en la parte superior del árbol y se distribuyen entre dos o tres grandes grupos. Sus hojas son verdes y múltiples, ofreciendo un aspecto frondoso de los ejemplares.
Florece una vez al año generando flores de color blanco, crema o amarillento (dependiendo de la variedad de la que se trate).
Sus raíces suelen ser superficiales, por lo que debemos colocarlo siempre en un lugar donde el ejemplar esté reguardado del viento. De lo contrario, podría dañarlo e incluso arrancarlo si se trata de un árbol joven.
Por lo general, la acacia es un árbol que procede de Indonesia, Papúa Nueva Guinea, Laos y Australia. De aquí fue extendiéndose a todo el mundo, teniendo que desarrollar diferentes características para adaptarse al terreno. En América Latina se introdujo en los años ochenta del siglo XX, cuando se realizaron diferentes experimentos para comprobar si servía para recuperar suelos que habían sido deforestados. Su principal intención era usar la madera como fuente de riqueza allí donde se plantasen y para la alimentación del ganado en zonas donde el suelo fuera especialmente pobre en nutrientes.
La existencia de la acacia se remonta a la antigüedad, pues se refieren a ella muchos escritos. En la mayor parte de ellos se refieren a ella como una planta de la fortuna (destacaban que servía para ahuyentar a la mala suerte) y destacaban sus propiedades curativas. También se sabe que su madera era muy preciada para la construcción de barcos y muebles, sobre todo en el antiguo Egipto. Su madera es dura, resistente y densa.