Conoce el espino de fuego Artículo Publicado el 24.10.2014 por Javi
El espino de fuego es un arbusto de la familia de las rosáceas originario de Europa meridional y Asia menor. Su nombre científico Pyracantha coccinea hace alusión al color rojizo de sus espinas. Es de hoja perenne y puede alcanzar hasta cuatro metros de altura y otro tanto de anchura. Las hojas son pequeñas, verdes y coriáceas, de entre 2 y 5 cm de longitud.
La floración de este arbusto es abundante en inflorescencias blancas de 3-4 cm de diámetro. Se da entre finales de la primavera y principios del verano. Después en otoño aparecen los frutos rojos, anaranjados o amarillos. Estos permanecerán en el árbol hasta bien entrado el invierno y resultan una delicia para los pájaros. Antes se creía que eran tóxicos para los humanos pero no es así y de hecho se usan para elaborar mermeladas y jaleas.
En jardinería se puede usar el espino de fuego en diversas disposiciones, solo será un elemento de contraste interesante con su tronco ramificado desde la base.
El uso más clásico es para formar setos y en concreto los llamados setos defensivos. Este tipo de setos se realizan con arbustos espinosos para impedir el acceso a los amigos de lo ajeno. Es una buena solución desde luego. Se puede emplear también en espaldera para cubrir una pared o muro y como elemento ornamental sencillamente por la belleza de su follaje y floración.
Las condiciones para su cultivo son desde pleno sol a semisombra. En cuanto al suelo puede crecer en cualquier tipo del mismo, eso sí, deberá contar con un buen drenaje. El cultivo si es por semilla se hará en primavera u otoño y si es por esqueje en verano. Precisa sólo de una poda de limpieza en invierno para eliminar ramas y hojas secas además de los frutos ya pasados. Cada tres o cuatro años se le hará una poda más intensa rebajándolo considerablemente, es la llamada poda de rejuvenecimiento.
Fotos: wikimedia.org