Conoce y cultiva la skimmia Artículo Publicado el 07.07.2015 por Javi
La skimmia es una planta ornamental de fácil cultivo tanto en jardín como en cualquier tipo de contenedor. Nativa de Japón se trata de un arbusto de hoja perenne que no alcanza una altura más allá de los 50-60 cm.
El follaje está formado por un conjunto de hojas ovaladas o lanceoladas de color verde oscuro. Las flores aparecen en invierno al final de los tallos y son de color blanco crema con brotes rojizos.
Este pequeño arbusto prefiere los lugares sombríos o semisombríos. El viento y las temperaturas bajas no suponen un problema para ella. Tolera heladas de hasta -10ºC.
En cuanto a sus necesidades edáficas hemos de aportarle un suelo rico en materia orgánica, adecuado para plantas acidófilas. Y por supuesto que cuente con un perfecto drenaje. Los riegos deben ser regulares durante todo el año y sólo cuando el sustrato esté bien seco.
A finales de invierno la fertilizaremos con un abono de liberación lenta y rico en nitrógeno y potasio. Cada mes añadiremos también un poco de fertilizante líquido con el agua de riego. Tras la temporada de floración podaremos las ramas viejas, rotas o demasiado largas. Las principales amenazas de la skimmia son los pulgones que la atacan cuando aparecen los brotes más tiernos, la pudrición de la raíz por exceso de agua y la clorosis producida por falta de fertilización.
La skimmia es una planta que se reproduce por esquejes y semillas . Las semillas se cultivan a la entrada del otoño. En cambio la multiplicación por esquejes debe realizarse a principios del verano. Cortaremos tallos de 8-10 cm y los colocaremos en una mezcla de arena y turba. Hasta la siguiente primavera no los trasplantaremos a macetas individuales. Y para cultivarlos en exterior hay que esperar hasta el cuarto año.