Cosechar, conservar y reproducir el tomillo Artículo Publicado el 14.08.2015 por Javi

La recolección habitual para usar en fresco el tomillo como condimento puede realizarse en cualquier época del año. Pero otra cosa es cuando pretendemos recolectar el tomillo para su conservación. Entonces hay que esperar al momento más adecuado para que la conservación sea más exitosa.

La mejor época para la cosecha del tomillo es a finales de la primavera cuando la planta se encuentra en plena floración y tiene mayor aroma. Por la mañana, siempre y cuando la planta esté seca y libre de rocío, es el mejor momento para recolectar el tomillo. Usaremos para ello unas tijeras bien afiladas y desinfectadas. Escogeremos los tallos más sanos y vigorosos y los cortaremos a la mitad procurando dejar el mismo número de hojas que en el tramo recolectado.

Sacudiremos bien el polvo que puedan tener los tallos y formaremos ramilletes no muy grandes que ataremos con un cordel o hilo grueso y colgaremos boca abajo. El mejor lugar para que seque bien el tomillo será un espacio ventilado, cálido y seco y donde no reciban luz solar. También se puede secar el tomillo en el horno con una temperatura de 50ºC y manteniendo la puerta entreabierta.

Una vez tengamos el tomillo seco podemos guardar los ramilletes tal cual en un frasco de cristal o sólo las hojas. Otro método de conservación del tomillo es por medio de la congelación. Para ello colocaremos varios tallos en una bolsa plástica y los congelaremos. Después cuando lo necesitemos sólo tendremos que sacar la bolsa y usar el tomillo congelado. Por eso es mejor no meter demasiado en cada bolsa pues habrá que usarlo todo.

Las ramitas de tomillo también pueden usarse para aromatizar el aceite de oliva. Introduciremos unos tallos en la botella de aceite y dejaremos que macere hasta que el aceite tome el aroma del tomillo. Para reproducir el tomillo por esquejes esperaremos un poco, al verano, para cortar unos tallos de la planta que presente un aspecto más saludable.

Los esquejes deben medir entre 10 y 15 cm, les quitaremos las hojas inferiores y dejaremos sólo las de la parte superior. Estos esquejes podemos tratarlos de dos maneras diferentes para que echen raíces. Un método es usando una maceta con un sustrato ligero y suelto donde introduciremos los esquejes, regaremos bien y la mantendremos en un lugar sombreado y protegido del viento.

El otro método consiste en introducir los esquejes en un vaso o frasco con agua y lo dejamos en un lugar donde reciba luz del sol directa. A los pocos días el esqueje tendrá raíces y podremos trasplantarlo a una maceta.