Cuándo y cómo plantar rosales Artículo Publicado el 02.05.2014 por Javi

A pesar de las modas la rosa sigue siendo una de las flores más bellas y su cultivo exigente precisa de jardineros expertos y sin miedo. La flor más fragante del jardín y la mejor defendida por sus innumerables espinas reune en sí las cualidades más apreciadas en una flor. Cultivar rosas puede convertirse en casi una religión y como tal precisa de un ritual y una dedicación plenas.

Cuando va acercándose el momento de comenzar a plantar rosales, es decir cuando terminan los fríos y llega la primavera, es el momento más adecuado para iniciarse en este apasionante cultivo floral. El rosal tiene necesidades muy particulares así que reservaremos un espacio exclusivo para él o ellos en nuestro jardín, las combinaciones con otras plantas, arbustos o árboles no son una buena idea.

También será preferible plantar los rosales junto a algún tipo de soporte, pérgolas, cenadores o vallas, así cuando crezcan tendrán un punto de apoyo que no les irá nada mal. Y si cultivamos algún tipo de rosal trepador esta cuestión se convierte en imprescindible.

Pocas cosas hay tan bellas como un denso macizo de rosales en flor. Observemos los jardines tradicionales y veremos como siempre se les reserva un lugar sólo para ellos, las típicas rosaledas, ello no impide que podamos combinarlos con algunas plantas perennes pero siempre eligiendo las que puedan rellenar el vacío que dejan los rosales a ras de suelo y no les roben demasiados nutrientes.

El cultivo:

Para plantar un rosal habremos de hacer un agujero un poco más grande que el cepellón y previamente habremos trabajado la tierra y añadido compost u otra materia orgánica. La profundidad del cultivo dependerá de la climatología local, en zonas frías hay que plantar más profundo que en zonas cálidas. Después regaremos bien y recubriremos con tierra haciendo un montículo de unos 15 cm sobre el nivel del suelo. Cuando el rosal comience a echar hojas retiraremos el exceso de tierra. La distancia de cultivo entre rosales dependerá del tamaño que desarrollará el mismo según variedad, los más pequeños se pueden plantar entre 40- 90 cm como las rosas de té y los rosales más grandes y vigorosos precisarán distancias un poco mayores entre 90 y 150 cm.