Cuidados básicos de las plantas en invierno Artículo Publicado el 04.03.2015 por Carolina
Durante el invierno, las plantas requieren cuidados especiales que les ayuden a afrontar las bajas temperaturas y las heladas.
En muchos casos, las plantas suelen entrar en un letargo del que sólo despertarán con la llegada de la primavera, cuando vuelva a activarse su ciclo vital. Pero mientras esto ocurre debemos ayudarles. Para ello podemos aplicar los siguientes consejos:
- Reducir los riegos. Al hacer menos calor, la tierra se seca menos y la humedad de la tierra se mantiene, por lo que no hay tanta necesidad de agua. Esta afirmación varía notablemente en el caso de las plantas de interior, que se someten a las calefacciones. Este calor artificial seca mucho el ambiente y, por extensión, la tierra de las macetas. En estos casos hay que condicionar el riego al uso de la climatización y tener a mano un pulverizador para refrescar las hojas.
- Cuando vayamos a regar nuestras plantas debemos utilizar agua templada.
- Hay que abonar la tierra con un abono rico en nutrientes. En este sentido son muy útiles la turba o el mantillo.
- Debemos intentar que las plantas reciban muchas horas de Sol. Si se trata de plantas de interior, lo mejor es acercarlas a las ventanas. En caso de que nuestras plantas se encuentren en el exterior, hay que procurar que ningún elemento (toldos, plásticos, telas…) impida la recepción de los rayos solares.
- Protegerlas de las heladas. Para ello debemos acercar las macetas de exterior a las paredes y a los muros de las casas o de cualquier edificación cercana. En el caso de las plantas que haya en el jardín, podemos apostar por cubrirlas con plásticos. De esta manera evitaremos que las bajas temperaturas dañen las plantas. Eso sí, los plásticos deben presentar aperturas por las que las plantas puedan respirar.
- Para proteger las plantas del viento, sobre todo del que proviene del norte, lo mejor es rodear el perímetro de la misma con unas mallas y repartir por el suelo elementos aislantes como paja, heno, trozos de corteza de árboles, serrín o restos de madera, etc.
- El final del invierno es el mejor momento para podar las plantas ornamentales. Justo antes de que comiencen un nuevo ciclo y ya no se pueda modelar su aspecto a nuestros gustos o necesidades.
Hay que tener en cuenta que estos consejos son válidos para aquellas plantas que no soportan el frío o que se desarrollan en ciclos de buen tiempo. No deben seguirse en plantas que se desarrollan durante el invierno.
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