Cuidados de la Grevillea juniperina Artículo Publicado el 17.12.2021 por Flavia

La Grevillea juniperina es una planta resistente y muy fácil de cuidar que florece en primavera. Es perfecta para macetas, jardineras y para ser cultivada en el suelo del jardín. Asimismo, resulta muy atractiva por su magnífica floración (florece maravillosos racimos terminales de flores vibrantes) que va desde el color rosa al amarillo. Sus hojas delgadas, en forma de aguja, son de color verde hierba y recuerdan a las hojas del juniperus communis (enebro), de ahí su nombre “juniperina”. Incluso, fuera de la floración se podría confundir con el Rosmarinus officinalis (romero).

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Plántala idealmente en otoño para garantizar el crecimiento de las raíces y lograr que se asiente correctamente en primavera. No obstante, también puedes plantar a la Grevillea juniperina en primavera en un sitio soleado o parcialmente soleado y en un suelo bien drenado. Ten en cuenta que aborrece el suelo extremadamente húmedo.

Si vas a cultivarla en una maceta, usa una mezcla de suelo para todo uso y agrega un poco de grava o guijarros de arcilla en el fondo para incrementar el drenaje. Riega tan pronto como el sustrato se seque en los primeros tres centímetros.

Cuidar la Grevillea juniperina es muy fácil porque no requiere cuidados una vez asentada. Además, no suele ser atacada por plagas ni suele padecer enfermedades. Sin embargo, no olvides que, aunque resiste bien las temperaturas bajas, puede sufrir graves daños si cae por debajo de los -10 ºC. En ese caso, si tienes la maceta en el exterior, tráela al interior por las noches o llévala a un sitio protegido.

Por otro lado, después de la floración primaveral, puedes darle la forma que desees a la planta o dejar que conserve su forma compacta.

El crecimiento de esta planta es bastante lento, lo que lo transforma en un arbusto ideal para crecer en macetas, en una terraza, en bordes o en un balcón.