Cuidados del Filadelfo Artículo Publicado el 28.08.2019 por Flavia
El filadelfo, celindo o jeringuilla es un género que se compone por 35 especies distintas de arbustos muy compactos y ramificados, de hoja caduca, todos ellos de origen europeo y norteamericano. Habitualmente se los suele confundir con miembros de la familia Hidrangeáceas por sus características y, con frecuencia, se los llama Lila, una especie perteneciente al género Syringa.
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La floración del filadelfo es abundante y suele tener lugar a finales de la primavera e inicios del verano. Las flores pueden ser tanto simples como dobles y ser blancas o blanco amarillentas, con un ligero perfume.
Aunque muchas variedades y especies pueden ser enanas y otras llegar a alcanzar los 3 metros de altura, por lo general su media se acerca a los 2 metros. El filadelfo se adapta muy bien a cualquier tipo de terreno y ambiente, pero si realmente quieres que prospere tendrás que proporcionarle un lugar adecuado y podarlo después de la floración pero sin estropear los brotes jóvenes que son los que darán flores en la siguiente primavera.
Cómo cuidar y propagar el filadelfo
Como bien comentaba anteriormente el filadelfo es capaz de soportar cualquier tipo de terreno y emplazamiento, incluso tolera los suelos salitrosos y los ambientes puros y contaminados. Sin embargo, para que despliegue sus bellas y aromáticas flores, es fundamental que le proveas un suelo sano y fértil y un emplazamiento soleado con algunas horas de sombra.
Por otra parte, en cuanto al modo de propagación, la forma más simple y eficaz de reproducir el filadelfo es a través de esquejes y, este procedimiento se lleva a cabo tanto en verano como en invierno. Corta trozos de los vástagos jóvenes que han florecido, de 10 cm de largo, e inserta en una mezcla con partes iguales de turba y arena. Deja que pasen todo el invierno bajo protección y trasplanta en la próxima primavera en macetas individuales y en otoño en el suelo definitivo.
¿Qué problemas puede tener el filadelfo?
Aunque el filadelfo es un arbusto muy rústico y adaptable, puede llegar a tener problemas con el pulgón verde o el negro en primavera. Estas plagas deforman las hojas y puede combatirse con un insecticida sistémico.
El oidio o blanquilla, es una enfermedad causada por hongos que pueden atacar a las hojas del filadelfo, produciendo manchas de color blanco. Sigue un tratamiento con fungicidas a base de azufres mojables para combatirlo.