Cuidar el césped de manera ecológica Artículo Publicado el 24.10.2013 por Javi
Puede parecer contradictorio hablar de cuidados ecológicos del césped, los movimientos ecologistas suelen estar en contra de las grandes superficies de césped como los campos de golf. Pero eso sería quedarse en la superficie de las cosas y como en todo hay que profundizar. Los colectivos ecologistas están en contra de los campos de golf que se crean en espacios de climas áridos y mediterráneos porque consumen una enorme cantidad de agua. Ello no impide que podamos tener nuestro jardín recubierto con césped siempre y cuando sigamos unas normas básicas.
No debemos sembrar cualquier tipo de césped sólo los que se aclimaten bien a nuestra zona geográfica y no comporten por tanto un gasto de agua excesivo. Y pensar que en ocasiones el mejor césped es no tener césped, si vivimos en una zona geográfica donde es imposible o casi cultivar césped es mejor optar por dejar la tierra descubierta o hacer cultivos en cama. O recurrir a hierbas que puedan adaptarse a nuestro entorno.
El césped no debe cortarse en exceso, es mejor incluso pecar de dejarlo un poco alto que no cortarlo demasiado. Cuando el césped se corta en exceso las raíces sufren y estaremos generando un estrés que en nada es beneficioso para la planta. En cada corte no debemos cortar más de un tercio de su altura y la altura del césped debe ser de como mínimo unos cinco centímetros. Cuidaremos de que las hojas de la segadora estén bien afiladas pues así el corte resulta menos traumático.
En contra de lo que se suele hacer es mejor dejar los recortes de hierba sobre el césped, es abono verde que aportará nitrógeno al césped. Si no queremos que se note demasiado podemos usar una trituradora para hacer los recortes de hierba lo más pequeños posible.
Hemos de controlar la capa de paja que se forma por debajo de las hojas, si es demasiado espesa no dejará pasar bien el agua de riego ni permitirá respirar correctamente a las raíces.
Por eso es fundamental realizar trabajos de aireación con las herramientas adecuadas. La aireación debe realizarse cuando el césped se encuentre en su mejor época de crecimiento. La aireación mejora el drenaje, rompe la capa de paja y estimula el crecimiento del césped.
El césped sólo debe regarse cuando lo necesita, lo sabremos cuando su color pierde brillantez, las huellas de pisadas permanecen en él después de haberlo pisado o cuando al ir a segarlo las hojas se doblan. El riego debe ser semanal pero antes de llevarlo a cabo nos informaremos de las probabilidades de lluvia en nuestra zona, si podemos ahorrarnos un riego mucho mejor. La presencia de malas hierbas en nuestro césped es un buen indicador de su salud, cuando un césped está sano y fuerte no permite que crezcan muchas malas hierbas. Si es el caso tendremos que vigilar su salud y sus necesidades nutricionales.
A la hora de abonar nos decantaremos por los fertilizantes orgánicos y siempre pecando de ávaros. También podemos usar compost en primavera y otoño, una capa de un centímetro puede obrar milagros en cualquier césped.
Fotos: bhg.com
Excelenteee!!!!!