Cultivo de papaya en interior Artículo Publicado el 13.02.2013 por Javi

El árbol de la papaya (Carica papaya) es uno de los pocos frutales que se pueden cultivar en interior. Sus grandes y espectaculares hojas palmeadas que crecen en el extremo de los largos y rectos peciolos resultan muy decorativas y su cultivo en interior resulta fácil y no precisa grandes cuidados. La Carica papaya es originaria de Centroamérica aunque hoy en día se encuentra extendido su cultivo en todas las áreas de clima templado del mundo.

La papaya es una planta que presenta tres pies difierentes, masculino, femenino y hermafrodita. En principio cualquiera nos sirve para el cultivo de interior, salvo si queremos aprovechar los frutos de la planta. Entonces precisaremos buscar un pie hermafrodita, las flores del papayo hermafrodita se polinizan a sí mismas y puede dar frutos aprovechables.

Hemos de usar una maceta grande, tengamos en cuenta que la planta puede crecer hasta más de dos metros. Prepararemos la maceta con una capa de grava en el fondo o cualquier otro material drenante. A continuación rellenaremos con sustrato hasta la mitad más o menos. Después colocamos el plantón que hayamos comprado en el vivero y rellenamos con sustrato los huecos que puedan quedar. Generalmente el cepellón de las plantas de vivero suele estar muy compactado, será bueno aflojarlo un poco antes de plantar. La planta necesita luz solar en abundancia así que la situaremos en un lugar donde la pueda recibir cuantas más horas al día mejor. La temperatura no debe ser demasiado alta, en torno a 18-20º C es la ideal y mantendremos la planta lejos de fuentes de calor y de corrientes de aire. Regaremos la papaya sólo cuando la tierra de la maceta se note seca al tacto. Usaremos un fertilizante soluble en agua y que contenga cobre, zinc, manganeso, hierro y magnesio, así como un buen equilibrio de potasio, fósforo y nitrógeno; pero con mesura ya que la planta no es muy exigente.

Foto: gardeningclan.com