Cultivo del agerato o damasquino Artículo Publicado el 25.04.2016 por Javi
El agerato o damasquino, Ageratum houstonianum, es una planta originaria de México y Perú. Aunque en climas cálidos es una planta perenne en los templados y fríos se comportara como una planta anual o bianual. Se cultiva en exterior aunque también puede hacerse en interior. Va muy bien para formar macizos y para cultivar en maceta o en jardineras de ventana.
Es una planta de bajo porte, apenas supera los 30 cm de altura, pero sus hojas tienen un crecimiento denso y compacto, éstas son lanceoladas y opuestas. Las flores se agrupan en ramilletes en el extemo de los tallos o en las axilas de las hojas. Aunque generalmente son azules también hay variedades con flores blancas, rosas o lilas. La floración aparece a finales de la primavera y dura hasta el otoño.
El agerato o damasquino prefiere exposiciones soleadas o a media sombra, en lugares cálidos le irá mejor una localización donde no reciba sol directo en las horas en que luce más fuerte. Se siembra en primavera en un suelo suelto, húmedo pero bien drenado. Para fomentar la floración es conveniente fertilizar con abono líquido mezclado en el agua de riego durante la época de floración.
El riego dependerá de la estación, en verano cada dos días o incluso más en periodos de temperaturas muy elevadas, en otoño con un riego semanal será suficiente. La germinación de las semillas puede hacerse a finales de invierno en semillero, trasplantaremos las plántulas al exterior cuando haya remitido el peligro de heladas. Al momento de efectuar este trasplante las plántulas deben contar con 5 hojas como mínimo.
Aunque se trata de una planta muy resistente, el agerato puede verse afectado por pulgones, araña roja y cochinilla, también es muy sensible a la mosca blanca. Para asegurar una floración constante hay que cortar las flores marchitas y si se para la floración en verano podaremos la planta.
En Mi país Costa Rica se llama Santa Lucía.