Cultivo del babaco Artículo Publicado el 25.03.2013 por Javi

El babaco se presume que se originó en la sierra central del sur del Ecuador y se cree que es un híbrido natural de Carica stipulata y C. pubescens. Se ha cultivado en Ecuador desde antes de la llegada de los europeos. En tiempos más recientes, el babaco se introdujo en Nueva Zelanda, donde se cultiva comercialmente. En Israel y en otros países de Oriente Medio se cultiva el babaco para la producción comercial. La llamada Carica pentagona científicamente es un arbusto con un tronco erecto que alcanza los dos metros de altura, presenta unas hojas lobuladas que se disponen alternamente en el tronco, del que emergen los largos peciolos.

Es una planta de crecimiento continuo, al tiempo que van creciendo nuevas hojas en la parte superior, las de la parte inferior del tallo van envejeciendo y al fin caen, dejando las típicas heridas que marcan el tronco. La vida media de las hojas del babaco está en torno a los 4-6 meses. Las flores son femeninas y no precisan ser polinizadas para formar el fruto, son flores solitarias que brotan en las axilas de las hojas. Por eso las semillas de la baya no son viables con fines reproductivos, aunque se venden semillas de babaco de flores polinizadas manualmente. Generalmente la reproducción del babaco se hace por esquejes o particiones del tronco.

El fruto del babaco recibe el mismo nombre que la planta, es una baya alargada y de sección pentagonal. De color verde durante todo el periodo de crecimiento se vuelve amarillo al madurar. Su pulpa es jugosa y aromática, su sabor es ácido y no muy dulce, al estilo de la piña, fresa y naranja.

El babaco se puede cultivar en tierra pero también en maceta, aunque soporta el frío mejor que la papaya, ya que forma parte de las especies llamadas papayas de montaña, no deja de ser una planta originaria de una zona geográfica de clima tropical. Cuando la temperatura ambiente  baja de los 5º C el babaco interrumpe su crecimiento por ello en muchos lugares ha de cultivarse en invernadero. Cuando se pueda cultivar en el exterior también hay que procurarle abrigo del viento. El suelo que precisa es el franco-arenoso-arcilloso bien aireado y drenado y rico en materia orgánica. Necesita riegos frecuentes, según la capacidad de retención de agua del terreno, la tierra ha de estar siempre fresca pero no mojada. La producción de frutos comienza a los diez u once meses de la plantación y a partir de entonces es continua. La poda que precisa consiste básicamente en cortar los brotes que puedan surgir en la base del tronco.

Fotos: strangewonderfulthings.com