Cultivo y conservación del orégano Artículo Publicado el 27.08.2015 por Javi
El orégano, Origanum vulgare, es una hierba aromática muy rústica que puede cultivarse tanto en el suelo como en maceta. Presenta tallos erectos recubiertos con hojas ovaladas ligeramente apuntadas, de un color verde intenso y bastante fragantes.
Las flores son inflorescencias en forma de panícula de color blanco rosado e intensamente aromáticas. Los frutos son pequeños aquenios que contienen una sola semilla. Aparecen a lo largo del verano.
Prefiere lugares cálidos y soleados, las rocallas son un buen lugar para el orégano, aunque también pueden crecer bien en semisombra. En cuanto a los suelos prefiere los calcáreos, secos y poco fértiles. La época ideal para sembrar orégano es en primavera. Sólo hay que regar el orégano cuando el terreno está bien seco. Normalmente no hace falta aportarles ningún tipo de nutriente. Caso de ser necesario habría de ser uno que le aportara nitrógeno y potasio.
El orégano se recolecta cuando comienza a florecer y se cortan tallos de unos 20 cm de longitud. Los ataremos en ramilletes de tamaño mediano que colgaremos boca abajo y dejaremos secar en un lugar cálido y seco.
Cuando estén los ramilletes secos separaremos las hojas y las flores. Las guardaremos en tarros de cristal herméticos para que conserven el aroma. Los tarros que hemos rellenado con las hojas y flores de orégano los almacenaremos en un lugar fresco y seco para que nos dure todo el año.
Para reproducir el orégano se puede hacer por semillas o por división de la mata, en ambos casos se hará en primavera.
