Cultivo y cuidados de los lirios Artículo Publicado el 02.04.2015 por Carolina

El lirio es una planta perteneciente a la especie de Lillium y a la familia de las liliáceas. Su origen se sitúa en el norte del continente americano, aunque en la actualidad se encuentra por todo el mundo, especialmente en las zonas de clima templado. Prefieren los entornos boscosos, las praderas y los montes.

Esta planta se conoce también con los nombres de: Azucena, Iris, Flor de Lis, Lirio de Florencia, Flor de San Marcos o Lirio de Santa Catalina.

Existen hasta 110 variedades diferentes de lirios. Entre las más populares se encuentran las siguientes: Iris pseudacorus, Iris pumila, Iris xiphium, Iris foetidissima, Iris germanica, Iris lutescens, Iris florentina, Iris pumila, Iris unguicularis, Iris bakerana, Iris clarkei, Iris tingiana, Iris japonica.

Sus flores sueles ser amarillas, púrpura, blancas o rosadas; y se caracterizan por un fuerte olor embriagador.

Si quieres cultivar lirios en tu jardín debes tener en cuenta los siguientes aspectos:

• Puedes cultivar lirios en cualquier momento del año.
• Los lirios son, principalmente, plantas de exterior, aunque puedes cultivarlos también en el interior. En este caso hay que colocarlo en un lugar bien iluminado.
• Para su desarrollo se emplean bulbos de unos 10 centímetros (aunque algunas variedades se reproducen por semillas), que se entierran a gran profundidad para protegerlas de las bajas temperaturas cuando descansa la planta.
• Requieren un terreno de ph neutro (entre 5.5. y 7 puntos) pues tolera mal la sal y la cal.
• Allí donde vayamos a colocarlo la tierra no debe estar dura. Si se encuentra demasiado apretada puedes removerla con ayuda de una pala.

• Estas plantas florecen en cualquier estación del año, dependiendo de la variedad que resulte.
• No tolera las heladas, por lo que debes protegerlo ante la posibilidad de que bajen demasiado las temperaturas. Para ello basta que se reparta por el suelo una gruesa capa de abono.
• Prefiere los climas moderados, entre 12 y 18 ºC y esto le ayuda a conservar el calor.
• Si recibe demasiado calor las plantas son pequeñas y el número de flores más pequeño.
• Hay que regarlo con asiduidad, especialmente en época de floración, pero sin abusar pues podríamos pudrir sus raíces.
• Cuando la flor se marchita debemos cortar en tallo que la ha sujetado para que la planta no pierda nutrientes.
• Mientras crece, debemos abonarlo con frecuencia. Para hacerlo correctamente debemos escoger un fertilizante rico en potasio.

Son plantas muy preciadas para la realización de elementos ornamentales, especialmente grupos en jardines que poseen estanques o zonas acuáticas; también para elaborar ramos de flores y en la decoración de balcones.