Descubriendo el ruibarbo Artículo Publicado el 16.03.2013 por Javi
El ruibarbo es una planta de la familia de las poligonáceas, se cultiva para su consumo en recetas de helados, postres y salsas. De ella sólo se utilizan los tallos y siempre que sean cosechados antes del verano. Es una planta que contiene un alto grado de ácido oxálico que se acumula sobre todo en las hojas, de ahí que éstas no son aptas para el consumo humano.
Hay una gran tradición en el consumo de ruibarbo tanto en los países del centro y norte de Europa, como en Gran Bretaña y Estados Unidos. Su sabor ácido es aprovechado para múltiples recetas. Es una planta muy fácil de cultivar pues es resistente y poco exigente. Tampoco suele sufrir enfermedades y como mucho algunos insectos que se comen las hojas, pero como ya hemos dicho que no son aptas para el consumo humano no nos debe importar si los insectos se las comen.
El ruibarbo se puede cultivar en cualquier tipo de suelo, aunque prefiere los suelos ligeros, ricos en materia orgánica y con buen drenaje. Se puede plantar por semillas, desde finales del verano hasta mediados de otoño, las plántulas se trasplantan en primavera u otoño. También se puede reproducir por división de los rizomas, a principios de otoño.
Hasta el segundo o tercer año de su plantación no se pueden cosechar los tallos de ruibarbo. La recolección se realiza en primavera antes de que la cantidad de ácido oxálico presente en la planta sea excesivo. Cada dos años hay que estercolar alrededor de la planta, esto lo haremos en invierno. En esta estación las partes aéreas de la planta desaparecen. El ruibarbo necesita del invierno, frío, para que su producción sea abundante. La planta suele estar hasta cinco años en producción, aunque hay casos de plantas en las que se ha podido alargar el período productivo hasta doce años.
Vía: gardentherapy.ca