El aliso negro Artículo Publicado el 18.11.2015 por Javi
El aliso negro, aliso o alno, Alnus glutinosa es su nombre científico, es un árbol típico de ribera. Crece en la orilla de los ríos y de los humedales, es una especie arbórea que se puede encontrar en casi toda Europa, Asia y el Norte de África. Aunque siempre en zonas húmedas y con suelos ricos en nutrientes.
Tiene una planta típica con el tronco recto de color grisáceo o rojizo cuando es joven y ramificaciones horizontales. Alcanza una altura de unos 20-25 metros y es un árbol caducifolio. Las hojas son pequeñas y de forma acorazonada que cuando son jóvenes, en primavera, tienen un tacto pegajoso.
Las flores se agrupan en amentos que aparecen a finales de invierno o principios de la primavera, antes incluso que acaben de brotar las hojas. Son de las primeras flores en las que comienzan las abejas su temporada de recolección. Los frutos asemejan pequeñas piñas de apariencia leñosa que no superan los 3 cm de longitud.
El aliso tiene importantes usos tanto en la jardinería ornamental pública como en uso industrial. Tradicionalmente se ha usado en la industria papelera y maderera. Es un árbol que necesita un suelo suelto y rico, húmedo o incluso encharcado. También se ha usado para fijar terrenos arenosos o similares.
Su sistema radicular presenta nódulos que fijan el nitrógeno atmosférico al suelo, igual que hacen las leguminosas, por lo que si se planta en suelos pobres tiene la capacidad de enriquecerlos. Es un árbol de desarrollo rápido en su primera década de vida, crece a un ritmo de metro por año, tras esta primera década se ralentiza considerablemente el crecimiento.
El aliso se cultiva mediante semillas en otoño o en primavera en climas muy fríos, también se puede reproducir mediante esquejes semileños. Necesita que lo plantemos en un lugar soleado o como mucho a media sombra. Resiste bien el frío, hasta -20ºC, aunque las heladas tardías no le van nada bien.