El avellano: cultivo y cuidados de un árbol apetitoso Artículo Publicado el 29.01.2015 por Carolina
Originario de Asia menor, el avellano (cuyo nombre científico es Corylus avellana) es un árbol que se emplea para la alimentación humana desde el Neolítico. De hecho, se han encontrado restos donde se deja constancia de que se empleaba como complemento para la alimentación invernal.
Se trata de un árbol de porte pequeño (entre 2 y 5 metros) que produce muchas ramas durante su proceso de crecimiento. Se caracteriza por tener unas hojas grandes, que crecen de manera alterna, con forma oval y redondeada, de color verde-amarillento y doble aserramiento en sus bordes.
El avellano produce flores masculinas y femeninas de diferentes colores y que se colocan en diferentes espacios de la planta. Para que puedan realizar la reproducción deben intercalarse, en un mismo espacio, variedades diferentes.
El fruto del avellano es la avellana. Se trata de una pequeña forma redonda, de color canela, que está cubierta por una cáscara de gran dureza que cuesta romper y que encierra al fruto que es una semilla roca en proteínas y grasas. Se pueden consumir crudas o tostadas. En la industria se emplean para la elaboración de dulces como horchatas, chocolates y turrones.
Si queremos cultivar avellanos en nuestros jardines debemos tener en cuenta lo siguiente:
- Crece bien en zonas de clima templado y en lugares tropicales.
- Hay que colocarlo en una zona donde el ejemplar esté ventilado.
- El terreno debe ser profundo (requiere un desfondo previo en la zona donde se va a colocar), fresco, blando, permeable y con pH que se encuentre entre 5.5 y 7.8. No sale adelante en terrenos arenosos ni en los arcillosos.
- Requiere cierto grado de humedad ya que es imprescindible para el desarrollo de la avellana. Es muy sensible a las sequías, que no tolera.
- Hay que abonarlo con cierta frecuencia ya que es un árbol que requiere aportes de calcio, potasio y fósforo.
- Debemos podarlo al menos una vez al año para que la luz penetre en el interior de la copa del árbol.
- Para obtener nuevos ejemplares podemos utilizar semillas o vástagos. También se pueden obtener ejemplares con injertos o por acodo.
Aunque hay muchas variedades de avellanos, las principales son la negreta (de gran tamaño) y las comunas (de menor calibre y color variable).
Las principales plagas que atacan al avellano son: los pulgones, las chinches, la polilla de las yemas de los frutales, la polilla americana, el oidio, los líquenes y los tumores de raíz.
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