El cultivo de la chalota Artículo Publicado el 10.11.2014 por Javi
Este bulbo es un imprescindible de la gastronomía francesa y se usa en salsas, ensaladas y sofritos. La chalota o Allium cepa var. aggregatum es prima de la cebolla, el ajo, el puerro y el cebollino. Su sabor es mucho más suave que el de la cebolla a la que tanto se asemeja.
Como planta mediterránea que es precisa de suelos bien drenados y con buena exposición solar. Hay dos grandes divisiones de chalotas, blancas y rojas. Las chalotas blancas son más aromáticas pero de conservación más delicada que las rojas.
Plantaremos los bulbos en posición vertical, con la parte de las raíces hacia abajo. Las plantaremos con una separación de 15-20 cm y unos 25 cm entre filas. A partir del mes de haberlas sembrado comenzarán a brotar los tallos y después irán apareciendo más bulbos alrededor del que sembramos. La chalota blanca se cultiva en otoño y en primavera las demás variedades. Al cultivar la chalota blanca en otoño habrá que tener cuenta del exceso de humedad y el frío del invierno. Será mejor cultivarla en cama elevada y realizar un buen acolchado para evitarles lo más duro del invierno.
Hemos de evitar por todos los medios que el agua se encharque en el lugar donde hemos sembrado las chalotas. Regaremos sólo en caso de sequía prolongada y si vemos que florecen los tallos cortaremos las flores de inmediato o nos arruinarán la cosecha. Cosecha que realizaremos en verano y dejaremos las chalotas unos días al sol, cuatro o cinco, para que se sequen bien. Así secas nos aguantarán bien durante al menos seis meses o más siempre que las conservemos en un lugar seco y fresco.
Fotos: gerbeaud.com