El cultivo del cacahuate, maní o cacahuete Artículo Publicado el 04.02.2013 por Javi

A pesar de que el consumo predominante del maní se realiza como fruto seco se trata de una leguminosa, Arachis hypogea, cuyas vainas crecen enterradas bajo tierra. Sus flores tras ser polinizadas se introducen bajo la tierra para formar la vaina que contiene los frutos que reciben distintos nombres en castellano.

Esta planta herbácea anual precisa de unas condiciones de suelo muy específicas, a diferencia de otras leguminosas, el suelo ha de tener una estructura suelta, fértil, bien drenado y rico en calcio, fósforo y potasio. Por otra parte, como todas las leguminosas, es una planta que fija el nitrógeno en el suelo. Pero hay que tener en cuenta su consumo de minerales para proceder a fertilizar la tierra antes de continuar con otros cultivos tras la cosecha de los cacahuetes. Es un cultivo de zonas de clima cálido y se lleva a cabo su siembra a finales de la primavera para ser cosechado a finales de otoño.

El maní ha sido cultivado por el hombre desde tiempos inmemoriales, un arqueólogo estadounidense Tom Dillehay halló restos de maníes en Paiján y el valle de Ñanchoc, Perú, datados con una antigüedad de 7840 años. La planta es originaria de zonas tropicales, posiblemente del Amazonas, aunque fue cultivada por los indígenas americanos desde muy antiguo. El cacahuete precisa de humedad pero sólo hasta que las vainas comienzan su desarrollo, a partir de ese momento el agua se convierte más en un problema que en un beneficio para la planta. Ya que el aumenta la posibilidad de podredumbre y de afectación por enfermedades fúngicas. La recolección de los maníes requieren la extracción de la planta y no hay ningún indicador del momento adecuado, es necesario probar arrancado alguna planta.

Fotos: gardenofeaden.blogspot.co.uk