El cultivo del calabacín o zucchini Artículo Publicado el 02.05.2015 por Javi

Si acabas de iniciarte o tienes pensado hacerlo en el maravilloso mundo de la horticultura te presentamos un cultivo que te dará grandes satisfacciones. Es un cultivo bastante fácil y además es de rápido crecimiento y suele dar una buena producción con lo que no necesitarás muchas plantas para cubrir tus necesidades.

El calabacín no es más que un tipo de calabaza aunque su forma pueda recordar a la del pepino. A diferencia de otros tipos de calabazas el calabacín se consume tierno, antes de que llegue a madurar. Es un alimento fantástico que forma parte de muchas recetas de la cocina mediterránea, se puede consumir en tortillas, pistos, rellenos, en cremas o purés o sencillamente salteados en la sartén.

Para cultivar calabacines necesitaremos bastante espacio pues como todas las cucurbitáces la planta es rastrera y crece mucho en horizontal. Elegiremos un lugar muy soleado y con el suelo bien drenado y que hayamos enriquecido con una buena cantidad de abono orgánico. Sembraremos las semillas a unos 2.5 cm de profundidad y dejando unos 60 cm de separación. Para asegurarnos podemos sembrar 3 semillas juntas cada vez y después cuando germinen y las plántulas ya tengan cerca de 10 cm de altura dejar sólo la más fuerte y desarrollada.

Regaremos cada dos días tras la siembra y después, cuando hayan salido las plántulas, una vez por semana o en cuanto notemos que el suelo está seco. Tras la floración veremos que pronto comienzan a crecer los calabacines, el momento ideal para recolectarlos es cuando alcanzan una longitud alrededor de 10-15 cms. Tendremos que vigilar a diario y buscar bien bajo las hojas, a veces algunos pueden ser difíciles de localizar, pues el calabacín crece muy rápido y si se hace demasiado grande pierde muchas de sus mejores cualidades organolépticas.