El jardín más precioso e inmaculado de Inglaterra Artículo Publicado el 28.04.2015 por Javi

En jardinería, como en casi todo lo que hacemos en la vida, el tiempo y la dedicación son fundamentales. Y para muestra este magnífico jardín inglés, obra del señor Stuart Grindle, un jubilado que lleva los últimos treinta años de su vida dedicándole un montón de tiempo y esfuerzo a su querido jardín.

Este inmaculado jardín se encuentra en  Rotherham, Yorkshire (Inglaterra) y es sencillamente el jardín de la casa donde vive esta curiosa pareja de jubilados que vemos posando en esta fotografía sobre la alfombra de césped que recubre gran parte del jardín.

Macizos y borduras espectaculares rompen la abrumadora uniformidad del excepcional césped. Una alegre fuente alegra y refresca el ambiente en esta elegante rocalla.

Las hostas son algunas de las plantas de las que este obstinado jardinero se siente más orgulloso gracias a su lujurioso follaje. El secreto del señor Grundle es muy sencillo, dedicar treinta horas semanales durante treinta años a las tareas de mantenimiento de esta joya de la jardinería.

El propietario decidió hace treinta años convertir su huerta en un jardín paradisíaco y desde luego lo ha logrado con creces. Las caléndulas que vemos en primer plano aportan un toque cálido al vibrante verde que luce el césped perfecto.

Este césped también tiene su secreto que no es más que el pertinaz cuidado que le dedica su propietario. Lo corta tres días a la semana y en cada ocasión lo hace dándole dos pasadas con la máquina cortacésped. Consigue así que la hierba tenga una longitud constante de 5 mm, un césped tan perfecto induce a mucha gente a creer que se trata de césped artificial.

Tanta atención y cuidado le ha hecho merecedor, en la categoría de Mejor Jardín, del premio Doncaster in Bloom. A las nueve de la mañana ya se encuentra este entregado jardinero en plena tarea y cuando tiene alguna competición próxima incluso a las siete. Su esposa tiene que llamar su atención con una campana para que el señor Grundle deje su tarea.

Es con seguridad un caso extremo pero nos indica el camino a seguir si queremos tener un jardín digno y en condiciones. Sólo se requiere atención y tiempo, la Naturaleza nos devolverá con sus frutos nuestro tesón y esfuerzo.