El método del pie cuadrado Artículo Publicado el 26.10.2012 por Javi
Este método popularizado por Mel Bartolomew está muy extendido en Estados Unidos, Mel publicó su primer libro al respecto en 1981 y posteriormente se realizó una serie televisiva sobre dicho método. Es un método de cultivo intensivo sobre cama y usa los recursos del cultivo orgánico típico, sin abonos químicos. Hace gran hincapié en el compost y es ideal para zonas con tierra muy pobre, para jardineros neófitos y para personas con problemas de movilidad, ya que la cama se puede adaptar a la altura que queramos o precisemos.
En principio se parte de una cama con una medida no superior a 120 x 120, para que se pueda llegar fácilmente a cualquier lugar de la misma. Y cumplir así una de las premisas básicas del método, no pisar la tierra de cultivo. La tierra consiste en una mezcla de 1/3 de compost, 1/3 de turba y 1/3 de vermiculita.
La superficie de la cama se divide en retículas de 30 x 30 cm y en cada una de ellas cultivamos una única especie. Según los tamaños de las plantas hay una regla numérica, 4, 9, 16 plantas en cada cuadrado. Si es muy grande una sola en un cuadrado o incluso dejar dos cuadrados para una misma especie (pepinos, sandías, melones, tomates…). Se trata de crear una gran densidad de cultivo para no dejar espacio a las malas hierbas, además si cultivamos plantas asociadas que se benefician entre sí, al estar tan próximas, la efectividad de este recurso natural será más alta.
La profundidad de la cama será de unos 15 cm, aunque para algunos cultivos como zanahorias, remolachas, patatas… puede y debe ser mayor. El decálogo de Mel dice:
- Plantar en cuadrados, no en filas.
- Cultivar en cama.
- Dejar espacio suficente entre camas para desplazarse y trabajar cómodamente (un metro aproximádamente).
- Usar la mezcla de Mel para el suelo (los tercios antes detallados)
- Hacer una cuadrícula permanente con cuerdas o maderas.
- Nunca pisar la tierra de cultivo.
- Cultivar una especie por cuadrado, según la regla 1, 4, 9 o 16.
- Plantar sólo dos o tres semillas por agujero.
- El agua se verterá con la mano, antes habremos dejado que se caliente al sol.
- Después de la cosecha añadiremos compost y cultivaremos una especie diferente.
Al parecer este método es muy efectivo y tiene múltiples seguidores en los Estados Unidos, se consiguen buenas producciones y se evitan los trabajos que requiere plantar en tierra, que son lo más duros en horticultura y jardinería. Se puede cultivar cualquier cosa así desde hortalizas, tubérculos, verduras, hasta todo tipo de flores y hierbas aromáticas.
Vía: albertahome y chiotsrun