El patio enladrillado Artículo Publicado el 19.08.2014 por Javi

Recubrir el suelo de nuestro patio o de una parte de nuestro jardín para crear un patio es una solución duradera y estética. Requiere como es lógico una inversión inicial importante pero que amortizaremos sobradamente con los muchos años que va a durar. Los ladrillos son un material de construcción que han demostrado a lo largo del tiempo sus extraordinarias cualidades.

Si te decides por enladrillar el suelo de tu patio tendrás un espacio fácil de mantener y que podrás disfrutar durante muchos años. El coste del proyecto dependerá sobre todo del área que quieras recubrir, del ladrillo elegido y si encargas el proyecto a un profesional del diseño que escojas para su realización. Los ladrillos cerámicos que debes usar para recubrir el suelo de un patio deben ser macizos.

También debes tener en cuenta que han de ser ladrillos fabricados para el uso que necesitas para que soporten bien la exposición al sol y al cambio de temperaturas propio del exterior. Hay un gran surtido de colores entre los que puedes elegir, el color dependerá de las proporciones de la mezcla con la que están fabricados los ladrillos, arcilla y cal. También la procedencia de la arcilla influye en el color final del ladrillo así como la temperatura de cocción. El color del ladrillo permanecerá durante el tiempo y sólo irá adquiriendo una cierta pátina con el transcurso de los años.

Hay un gran número de formaciones para colocar los ladrillos aunque básicamente podemos dividirlos en tres grandes grupos:

• Formación en hilera, es la más sencilla y consiste en disponer los ladrillos en línea recta alineados horizontalmente. Es la de menor coste de instalación.
• Formación en bloque o parqué, hay muchos estilos de este tipo pero básicamente consisten en la agrupación de dos o tres ladrillos en la zona central y los demás se disponen de la misma forma alrededor de los primeros. Es ornamental y algunos de gran complejidad.
• Formación en espina de pez, también cuenta con numerosos diseños que se dividen en dos grandes grupos disposición a 45º o a 90 º. Resulta posiblemente la más cara de instalar pues requiere cortar gran número de ladrillos. También es de las más elegantes una vez completada.

La otra gran decisión será decidir la forma de fijación de los ladrillos. Hay dos corrientes al respecto, la que usa mortero para la fijación y la que prefiere la arena. La fijación con mortero es ideal para cubrir áreas pequeñas bien niveladas. No nos tendremos que preocupar por las malas hierbas. Es la solución menos resistente a los cambios bruscos de temperatura. En cambio la fijación con arena es más recomendable para grandes áreas y zonas con desnivel. Es más fácil de reparar y soporta mejor los grandes cambios de temperatura. Habrá que controlar las malas hierbas aunque podemos optar por sembrar alguna hierba de cobertura entre las juntas. En la actualidad hay arenas poliméricas que manteniendo la facilidad de instalación cuentan con un gran poder de adhesión.

Una solución de gran impacto estético y de muy cómodo mantenimiento. Un manguerazo y un barrido de vez en cuando mantendrán el suelo de nuestro patio limpio y presentable en todo momento.

Fotos: gardenista.com