Fertilizando con productos del mar Artículo Publicado el 13.08.2012 por Javi

La mayor superficie del planeta Tierra está ocupada por los mares, en ellos hay muchísimas riquezas que el hombre ha aprendido a usar tanto como alimento directo como para aumentar la producción de alimento en tierra. Ya en el siglo IV se usaban en Asia las algas para fertilizar la tierra.

En Europa se tardó bastante más en introducir esos usos, pero en el siglo XIX estaba muy extendida la fertilización con algas. Luego llegaron los abonos químicos y se perdió esa costumbre, ahora con la preocupación por el medio ambiente y la ecología se está recuperando la fertilización con algas y otros productos de origen marino.

En jardinería podemos usar muchos productos de origen marino, en la actualidad se comercializan abonos basados en algas, harinas de huesos de pescado, emulsiones de pescado y toda una serie de productos que aportan micronutrientes con origen marino. Asimismo si tenemos el mar cerca podemos recolectar nuestras propias algas, nos resultará más económico. Otro truco, si tenemos un estanque con peces o un acuario, es usar sus aguas para regar ya que contienen altas tasas de nitrógeno por los detritus de los peces. Del acuario podemos usar incluso el filtro de carbono pues igualmente habrá atrapado mucha materia rica en nitrógeno.

Las grandes algas pardas han sido las más usadas en la agricultura tradicional de los países del norte de Europa, por su gran abundancia en los mares fríos de aquellas latitudes. En jardinería podemos usar las algas también para el compost, pues su gran aporte de fibras nos ayudará a hacerlo más esponjoso. Además de los nutrientes básicos que nos aportan las algas, nitrógeno, fósforo y potasio.

Hay toda una serie de estudios científicos realizados sobre el uso de las algas en la agricultura y se ha constatado que las algas aportan múltiples beneficios a las plantas. Aumentan la producción, adelantan la germinación de las semillas y entre muchos beneficios más, ayudan al fortalecimiento de las plantas lo que conlleva una mayor resistencia frente a enfermedades y plagas.

Vía: Backyard