Guía de cultivo de la camelia Artículo Publicado el 24.05.2016 por Javi

El camelio común es un arbusto de la familia de las teáceas originario de Asia oriental aunque actualmente se encuentra extendido por todo el planeta. Fue a partir del siglo XVIII que comenzó a introducirse su cultivo en Europa y América aunque no sería hasta comienzos del siglo XIX que se iniciaría el furor por esta flor.

Existen más de 3000 variedades de camelia en muchísimos colores y adaptadas a diversos tipos de suelo y condiciones climáticas, siempre y cuando estemos hablando de condiciones típicas de lugares con clima templado. La camelia, Camellia japonica, precisa un clima suave, un lugar que cuente con sombra parcial y un aporte regular de agua. El camelio se planta en primavera u otoño, si los inviernos son suaves se puede plantar en esta última estación y si son un poco fríos mejor esperar a la primavera. Cubrir con mantillo para frenar la evaporación y proteger las raíces del frío. Durante el primer año es primordial el riego, dejaremos secar un poco el terreno entre un riego y otro.

Los camelios jóvenes sobre todo precisan una exposición donde reciban sombra por la tarde, cultivarlos en la cara norte de la casa suele ir bien por este motivo. Después cuando el arbusto se hace grande y tiene un espejo follaje ya puede tolerar más sol. A partir de los tres años ya se considera que el camelio está establecido y no hará falta ser tan riguroso con el riego, de hecho será mejor reducirlo. Necesita siempre contar con un buen drenaje y estar protegido del viento. No tolera nada bien el aire marino.

La fertilización debe hacerse en primavera y también al comienzo del verano si vemos que no presenta mucho vigor. Respetar siempre las dosis indicadas por el fabricante y usar fertilizantes indicados para este tipo de plantas. Cuando termine el periodo de floración del camelio debemos podarlo, se trata de retirar la madera muerta o enferma, hacer espacio y recortar las ramas bajas para fomentar el crecimiento en altura del arbusto. También podemos cultivar camelias en maceta, para ello debemos usar una bastante grande, 40-50 cm de diámetro como mínimo. Hay híbridos de camelia, en concreto de C. oleífera, que permiten su cultivo a muy bajas temperaturas, hasta -15ºC.

En cuanto a los problemas que puede presentar el camelio los más típicos son las hojas amarillentas o chamuscadas por el sol, aparece dicha decoloración en el centro de la hoja. Cuando las hojas se secan por los bordes o caen en exceso se suele deber a haberse excedido con la dosis de fertilizante. La clorosis también es bastante corriente y suele deberse a que el terreno es demasiado alcalino o algún exceso o mengua en la cantidad de ciertos nutrientes. El pH del suelo puede corregirse con quelato de hierro, musgo sphagnum o azufre. Entre las enfermedades que suelen aquejar a las camelias hay que destacar las originadas por hongos, las cochinillas y pulgones, las bacteriosis y virosis.