Insecticida natural: el jabón negro Artículo Publicado el 12.10.2012 por Javi
El jabón negro o jabón de potasa se ha usado tradicionalmente para quitar las manchas más rebeldes de la ropa. Para la higiene corporal se usa todavía en los baños turcos. Pero este jabón tiene unas propiedades insecticidas y antifúngicas muy interesantes y se usa en la agricultura ecológica por su muy baja toxicidad y por ser altamente biodegradable.
El jabón de potasa se elabora con unos pocos ingredientes: aceite de linaza, oliva o girasol, potasa (hidróxido potásico) y agua. Ayuda a combatir plagas como pulgones, cochinillas, trips, araña roja y mosca blanca.
Para la pulverización de plantas se usa diluido en agua a razón de 30 gramos por litro de agua; para aumentar la efectividad también se puede diluir en un purín de plantas, como el de ortigas por ejemplo, y aprovechar así la acción conjunta.
Diluido en agua al 5% y con un pulverizador, podemos aplicarlo a rosas, arbustos, camelias, cítricos, adelfas y también para plantas de interior. Si usamos agua templada el jabón se diluirá con mayor facilidad. La pulverización sobre las plantas se realizará siempre cuando el sol tiene menos fuerza, al amanecer o al atardecer, nunca a pleno sol pues podemos quemar las hojas de la planta.
Repetir cada cuatro o cinco días la aplicación mientras persistan los insectos invasores. También se usa como solución humectante para tratar enfermedades fúngicas en el jardín , se añade a la fórmula del caldo bordelés para facilitar la penetración y dispersión de este antifúngico tradicional. De igual manera actúa con el bicarbonato de sodio usado para prevenir el moho.
En definitiva un magnífico remedio para controlar plagas y hongos del jardín con un montón de ventajas, bajo coste, fácil adquisición, fácil elaboración, si optamos por hacerlo nosotros, y efectivo para las plantas sin dañar el medio ambiente.