Instalar una caseta en el jardín Artículo Publicado el 01.04.2013 por Javi
Si usted se ha planteado la posibilidad de instalar una caseta en el jardín, por el motivo que sea, tiene que tener en cuenta las distintas opciones que le presenta el mercado. La opción que usted escoja debe responder a sus necesidades, así la pregunta principal es ¿a qué finalidad va a dedicar la caseta del jardín?. Almacenaje, taller de jardinería o bricolaje o como zona habitable. La respuesta a esa pregunta va a condicionar la elección del tipo de caseta.
El tamaño de la caseta irá en consonancia con el uso pero hay que tener en cuenta también el espacio disponible en su parcela. Podemos establecer tres superficies tipo, de 3 a 6 metros cuadrados son casetas aptas únicamente para almacenaje. Entre 6 y 15 metros cuadrados es una superficie en la que podemos tener una zona de almacenamiento y una zona dedicada a taller, de bricolaje o de jardinería. Con una superficie superior a 15 metros cuadrados ya podemos crear una zona de estar amplia, con una cocina de verano, un buen taller, zona de ocio…
En el mercado encontramos casetas para jardín elaboradas en distintos materiales. Los tres materiales más usados son: madera, metal y pvc. Las casetas de madera para jardín se integran perfectamente en el mismo. Podemos dejarlas en su tono natural o pintarlas. Hay donde elegir, así encontramos casetas de madera de pino natural, son económicas pero requieren constante mantenimiento. Las de madera tratada en autoclave requieren poco mantenimiento. También las hay en maderas de más calidad y lógicamente más caras como el abeto noruego, muy resistente y que sólo requiere ser barnizada cada dos o tres años y la madera de cedro, la más cara pero la más resistente ya que es prácticamente imprutescible. Las casetas de madera ofrecen buen aislamiento térmico, aunque si la vamos a usar como sala de estar habremos de colocar aislamiento adicional.
Las casetas de metal básicamente pueden ser de acero o de aluminio. Las de acero son más baratas pero precisan mantenimiento por la oxidación. Las de aluminio son ligeras y no necesitan mantenimiento pero son más caras. El aislamiento térmico que ofrecen las casetas metálicas es nulo a menos que sean de doble panel e incluyan aislamiento intermedio.
Finalmente las de materiales plásticos, pvc o resinas, son económicas y resistentes. Pero sólo sirven para almacenamiento, no cabe otra opción con una caseta de estos materiales.
Fotos: Gerbeaud.com