Has tenido una buena cosecha de cebollas y quieres guardar para el invierno pero no sabes qué método es el mejor para ello. Pues aquí te vamos a enseñar un sistema tradicional que seguramente habrás visto en más de una ocasión. Es como siempre se han guardado los ajos por ejemplo, en ristras para colgar. También hay tomates, melones y otros productos de la huerta que tradicionalmente se han guardado así.
A parte de lo decorativo del sistema, que lo es sin duda alguna, también y principalmente es muy efectivo. El motivo es que las cebollas así colgadas tienen la mejor circulación de aire posible a su alrededor. Además no descansan unas sobre otras como cuando las dejamos en una caja o recipiente similar con todo lo que esa presión conlleva. Y aunque las coloquemos sólo en una capa, sin amontonarlas, a veces basta con su propio peso y un poco de humedad para que se pudran.
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