La Clivia pertenece a la familia Amaryllidaceae. Contrariamente a la mayoría de las otras de la familia, las tres especies de este género no son verdaderamente bulbosas: el bulbo es imperfecto, constituido por la base de las viejas hojas; gruesas raíces carnosas y esparcidas, gris-blanquecinas, se implantan firmemente en la tierra. Las hojas ensiformes, con ápice más bien redondeado, son opuestas, estrechamente imbricadas en la base, formando un abanico; a medida que las nuevas hojas nacen desde el centro, las viejas tienden a ondularse caprichosamente; la vara floral, gruesa y carnosa, que surge erecta en el centro, lleva en la punta una inflorescencia en forma de umbela con 12 a 20 flores pedunculadas de corola imbutiforme y erecta, escarlata o anaranjada, comúnmente con la abertura amarilla, formada por seis tépalos, tres externos y otros tres internos.
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