Guía de jardinería

Tener rosas sanas y hermosas cuando se practica la jardinería ecológica puede ser realmente complicado. Pero no es imposible, los chinos lo han hecho así durante más de 5000 años. El secreto de la jardinería ecológica es la comprensión de cómo funciona la naturaleza y trabajar con ella para producir hermosas flores y arbustos. Veamos pues unos consejos naturales para tener las mejores rosas posibles sin hacer uso de productos químicos.

1.- El rosal necesita de una muy buena exposición al sol así como de espacio alrededor para una buena circulación del aire. Necesitará como mínimo entre 6-8 horas de sol directo así como contar con un terreno bien drenado.
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No puedes hacer que tu jardín sea más grande de lo que es, salvo que puedas adquirir un terreno colindante, pero sí puedes tomar algunas iniciativas que contribuyan a que parezca más amplio. Con estos 7 consejos para que tu jardín parezca más grande podrás lograrlo sin tener que recurrir a medidas drásticas y caras.

Con esta pequeña guía estamos seguros que podrás darle un nuevo aire a la decoración de tu jardín y conseguir que aun siendo de tamaño reducido se vea mucho mejor.
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¿Vives en un apartamento o en una casa sin jardín? ¿Quieres de todos modos iniciarte en los retos de la jardinería? Puedes hacerlo pues simplemente con macetas puedes cultivar un gran número de plantas e incluso tener tu propia huerta urbana. Te hemos preparado para que te resulte menos gravoso el empeño esta sencilla recopilación de 5 consejos básicos para iniciar un jardín con macetas que seguramente te ayudará a clarificar tus ideas y propósitos.

1.- Elección de las macetas.
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Mucha gente no se plantea ningún proyecto específico cuando comienza con su jardín. Es un gran error que generalmente con el tiempo se acaba lamentando. Un jardín, por sencillo que sea, debe proyectarse al igual que se hace con una estancia cualquiera de la casa. Hay que pensar, dibujar bocetos y recopilar información para que nuestro jardín sea lo que tenemos en mente.

El jardín debe estar, antes que en el terreno, en la cabeza del jardinero. Está claro que después con el desarrollo y crecimiento de las plantas puede cambiar pero la base debe quedar clara desde antes del primer golpe de azada en el suelo.
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El kiwi, al menos cuando se cultiva en áreas de clima templado, se recolecta usualmente en otoño. Y ello porque hemos de escoger el momento adecuado, que será aquel en el que la fruta esté madura y todavía no hayan caído las primeras heladas. En realidad los kiwis irán madurando a lo largo de todo el verano y en otoño llegarán a su plenitud, por lo tanto durante todo ese tiempo podemos ir recolectando los ejemplares más tempranos para irlos consumiendo pero la cosecha importante la llevaremos a cabo en otoño.

Cuando las hojas del kiwi comiencen a caer y los frutos vemos que ceden un poco a la presión, no demasiado, será el momento adecuado para llevar a cabo la recolección.

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Lo normal y más corriente es que cuando tenemos un limonero o varios ya en edad madura tengan una producción que nos resultará imposible consumir al momento. Se nos aparece el problema de la superproducción y qué hacer con tantos limones. En estos casos siempre podemos recurrir al socorrido recurso de regalar los frutos excedentarios a familiares, amigos o vecinos pero incluso así a veces no es suficiente. Además podemos plantearnos conservar los limones en casa para nuestro uso y el suministro regular a nuestros conocidos pues no todo el mundo consume la misma cantidad de limones generalmente.

Podemos conservar los limones durante meses de dos formas bien diferentes. Un método moderno y otro método clásico y tradicional. El método de conservación moderno consiste en guardar los limones en el refrigerador. Pero claro que no de cualquier manera, usaremos para ello bolsas de papel como las que nos suelen dar cuando compramos pan. Colocamos los limones en las bolsas de papel y las cerramos, después las colocamos en la zona baja del refrigerador, en el cajón de las verduras. Así los limones no se deshidratarán ni enmohecerán que es lo que suele ocurrir si no los protegemos bien.
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