Hace calor, un calor intenso y aplastante, te encuentras en pleno verano y tanto tú como tu jardín sentís los efectos del estío. Tus plantas de flor serán las primeras en demostrar los efectos de la canícula estival y tú también. La apatía que conlleva el calor excesivo no te ayuda en absoluto a ponerte a trabajar en el jardín. Sé consecuente y no quieras luchar contra la naturaleza. Adáptate y sigue su ritmo.
No quieras imponer tu ritmo, es inútil, además tu jardín tampoco lo necesita en estos momentos. Lo único que puedes hacer son algunos trabajos de mantenimiento ligero para aprovechar mejor la floración. Corta las flores mustias de las plantas que florecen en primavera y verano, esto les aportará más energía para las flores nuevas y las plantas lo agradecerán. En esta época del año cualquier ayuda es buena para ellas. Otra tarea que puedes hacer es recortar los brotes de las plantas que florecen en otoño, unos pocos centímetros les facilitará tener una floración más profusa en su momento.
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