Los campos de amapolas son de esas imágenes que se quedan en la memoria para siempre, ocurre como con los campos floridos de lavanda típicos de la Provenza. O un inmenso trigal con los márgenes moteados de rojas amapolas. Pues bien también podemos recrear esta sensación a pequeña escala cultivando amapolas en macetas, podremos adornar así nuestro jardín, terraza o balcón con estas bellísimas flores.
El cultivo de la amapola no es que se pueda calificar de fácil pero si le ponemos un poco de interés y cuidado tendremos éxito en la empresa. Hay muchas variedades de amapolas y las que mejor se nos darán para el cultivo en maceta son la amapola oriental, la amapola de Islandia, la amapola de California y la amapola Shirley. La amapola oriental destaca por el gran tamaño de las flores y los potentes naranjas y rojos que tienen, aunque también las hay en otros colores, rosa, blanco y morado. Son las de mayor altura, llegan al 1,20 m y en cambio las otras dos apenas llegan a la mitad. La amapola de Islandia es más adecuada para climas de veranos frescos y sus flores suelen durar más. La amapola de California es perenne y también necesita veranos relativamente frescos o cultivarla en lugar a la sombra si hace mucho calor. La amapola Shirley es un cultivar obtenido a partir de la amapola europea y destaca por su belleza y delicadeza.
Leer más…