Una planta sana y fuerte es igual a una planta libre de plagas y enfermedades. Si cultivas tus plantas correctamente, con su riego, su abono, luz suficiente, etc., estarán fuertes y vigorosas y serán mucho más resistentes a los ataques.
La vida de las plantas en los interiores puede ocasionar problemas a las plantas cuando las condiciones no son las ideales. En ese momento las plagas y enfermedades comienzan a proliferar. Es fundamental reconocer cuál es la peste que está afectando a la planta para poder aplicar el producto adecuado.
En ocasiones se confunde un problema de cuidado relacionado con el riego, la fertilización, la luminosidad, la temperatura o la humedad, con la presencia de un hongo.
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