Guía de jardinería

A la hora de pensar y diseñar nuestro jardín hay muchos estilos que se pueden tener en cuenta. Cada uno de ellos involucra ciertas características ya sea desde las plantas que se encuentran en ellos como hasta la combinación de otros materiales propios del diseño.

Hoy en día sabemos que hay ciertos materiales comunes a muchos estilos y, algunos, son un clásico de las grandes ciudades europeas y también de las asiáticas. Lo bueno de ellos es que son ideales para estilos de diseño clásico pero también modernos. Y nos ofrecen una serie de ventajas que no podemos perder de vista, así como también, una gran variedad de usos.

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La gravilla es un material muy conocido en jardinería, aún a dos características opuestas dureza y suavidad. Al fin y al cabo son piedras y por tanto duras pero al ser pequeñas y sueltas resultan blandas cuando caminamos sobre ellas. Cuando pisamos la gravilla cede y se aparta, es un material muy versátil, podemos recubrir caminos y superficies y si en un momento dado queremos plantar algo en una zona que habíamos recubierto con gravilla sólo necesitamos una pala para retirarla.

La grava reune múltiples cualidades que atraen a muchos diseñadores de jardín que parecen haber redescubierto sus ventajas. Es un material muy económico, comparado con sus rivales; además es un magnífico drenante, posiblemente el mejor, el agua se filtra a través de ella. Aporta sonido, en esto es único, caminar sobre la gravilla con ese suave crujido es una sensación muy relajante. Su flexibilidad también es única, se adapta a cualquier forma, por intrincada que sea.

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