Guía de jardinería

Mantener nuestro jardín en buenas condiciones y limpio es una tarea que debemos hacer durante todo el año. En algunas estaciones la tarea será más sencilla y en otras más ardua, pero siempre es fundamental la limpieza para la salud de este bello espacio.

Dicha tarea es el comienzo para otras labores del hogar tales como el abonado, trasplante, plantación, poda, etc. Sin un espacio limpio, las demás actividades serán un quebradero de cabeza y la salud de nuestras plantas estará en peligro.

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Para mantener el jardín limpio hemos de cortar las flores marchitas durante el verano. Facilitamos también con el corte de las flores marchitas la nueva floración de la planta. Así que salvo que por motivos decorativos dejemos algunas flores marchitas en la mayoría de los casos lo mejor será cortarlas.

Cuando las flores se marchitan comienza el proceso de formación de las semillas, este proceso es muy costoso en energía para la planta e impide una nueva floración. Así que a menos que queramos cosechar semillas de alguna planta lo mejor es cortar las flores marchitas. En el caso de querer conseguir semillas de una planta dejaremos algunas flores marchitas de preferencia en la parte trasera de la mata.

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Tras el verano y las correspondientes vacaciones del jardinero la vuelta a casa siempre conlleva un cúmulo de tareas pendientes. Llegamos a casa, abrimos la puerta y tras ella salvo una ligera capa de polvo todo sigue en su lugar. Vamos al jardín y allí sí que han cambiado las cosas; todo está más grande, las herbáceas, los macizos y las malas hierbas también. Es el momento de plantearse realizar la limpieza de otoño.

Tenemos mucho trabajo por delante, así que lo mejor será planificar las tareas y realizarlas por partes.

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Entre los cuidados esenciales de las violetas, está su limpieza y su transplante.

Debes limpiarles el polvo de las hojas con un pincel cada 15 días. No debes usar nuca abrillantador ni agua. Esto es muy importante.
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