Las plantas de interior no solo deben limitarse a la sala de estar, pues también pueden formar parte de la habitación de los niños. Sin embargo, es importante cuidar la elección de las mismas, ya que algunas de ellas son venenosas. Si quieres saber cuáles son las mejores plantas para el dormitorio infantil sigue leyendo este post.
La aldrovanda vesiculosa es una planta carnívora que vive en las aguas ácidas de Europa y Australia. Popularmente se conoce también como rueda de agua.
Se trata de una planta herbácea pequeña (raramente supera los 20 centímetros) que se caracteriza por tener una vejiga natatoria que le permite estar cerca de la superficie del agua para poder cazar a sus presas con sus pegajosas hojas. Posteriormente se las come con sus lóbulos rodeados de dientes (que también se encuentran en las hojas de esta planta).
La venus atrapamoscas es la más popular de las plantas carnívoras, este tipo de plantas se caracteriza por no alimentarse únicamente de agua y nutrientes del sustrato, si no porque también captura pequeños insectos para alimentarse.
Estas extravagantes plantas carnívoras, originarias de las estepas venezolanas, Guayana y norte de Brasil, tienen gran número de especies aún sin ser detalladas. Son parte de la familia de las Serracenas, pero a diferencia de estas, no posee la terminación «de tapa» en el borde de sus hojas. Las Heliamphoras no toleran el frío.
Crecen a partir de un rizoma formando unos «jarros» que se disponen en forma de roseta y se llenan de agua de lluvia. Los pequeños capuchones que se ven por encima segregan néctar para atraer insectos, los cuales resbalan al adentrarse en el jarro y se ahogan.
Esta planta, a la cual Charles Darwin consideró la más bella de todas, es la Reina de las carnívoras. Sus hojas modificadas con forma de mano, hace que atrape a su presa en menos de un minuto. Es de sumo interés el hecho de que sus trampas sean activas, es decir, que vemos como la planta se mueve. Crecen muy lentamente, llegando a tardar un año en germinar, eso sí, la espera valdrá la pena, ya que pueden vivir cerca de 25 años.
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