Guía de jardinería

La reprducción por gajos de hojas es uno de los tipos de multiplicación asexual que se conocen.

Puede darse de dos maneras:

a. Con pecíolo: en caso de tener pecíolo, se inicia la brotación de raíces colocándolo en un vaso con agua. Debe taparse con un plástico en el que se le hace un pequeño orificio, por donde se pasa el pecíolo de la hoja. El mismo quedo sumergido en agua. Pronto, echará raíces y se transportará a una maceta. Debe controlarse que al suelo no le falte humedad ni aire. Con este método pueden obtenerse potus, begonias, violetas africanas.

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Está técnica es la que tiene mayor propagación para la mayoría de los árboles, arbustos y trepadoras. Gajos, son aquellas porciones vegetativas de la planta que, en condiciones propicias de luz, temperatura, humedad y suelo, tienen la capacidad de regenerar un individuo idéntico a la madre.

Si bien la luz debe ser abundante, no se recomienda una exposición directa. La temperatura debe oscilar entre los 18 y 21 ºC en las hojas. La humedad debe ser alta. Por este motivo, es necesario pulverizar las hojas para mantenerles una película de agua y evitar la deshidratación. El suelo debe poseer en iguales cantidades turba, tierra zarandeada y arena de río. Es muy importante seleccionar el material con mucho cuidado. Hay que buscar plantas sanas y fuertes para evitar que los brotes presenten enfermedades y plagas.

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La reproducción asexual consiste en la multiplicación de individuos a partir de partes vivas de una planta. Es posible porque ciertas partes de los vegetales poseen la facultad de emitir raíces y luego desarrollarse hasta convertirse en una planta adulta. Recurrimos a este tipo de multiplicación cuando queremos obtener un ejemplar nuevo e idéntico al antecesor.

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