Guía de jardinería

La procesionaria del pino o Thaumetopoea pityocampa es una especie de lepidóptero que abunda en los bosques de Europa Central y del sur del continente. Esta oruga es una plaga muy extendida que afecta a los pinos, a los abetos y a los cedros, aunque se conoce sobre todo por estar frecuentemente ligada a la vida de los pinos.

Las orugas (cuando están fase larvaria) presentan pelos urticantes por todo su cuerpo. Estos pelos están recubiertos de una toxina termolábil denominada Thaumatopina. Estos pelos se desprenden y flotan en el aire, lo que ocasiona irritación en los oídos, la nariz y la garganta de algunos seres humanos. Lo que les provoca intensas reacciones alérgicas que deben tratarse adecuadamente.

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Trasplantar una planta es una tarea delicada que, de no hacerse siguiente unas pautas adecuadas, puede dañar las raíces o el tallo de la misma.

Dependiendo de que queramos trasplantar una planta a un recipiente mayor, del tipo de reproducción que tenga la planta, del tamaño de la misma, de la etapa de desarrollo en la que se encuentre el ejemplar, tendremos que prestar más atención a unos aspectos u otros.

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Zamia es un género de arbustos nativos de América, en particular de las zonas tropicales del continente. De particular interés para los jardineros es la Zamia fufuracea también conocida, de manera coloquial, como Zamia o Arruruz de Florida. Aunque presentan un cierto parecido con las palmeras y de hecho en algunas zonas se les llama así no tiene nada que ver con éstas. Las zamias pertenecen al subgrupo de las gimnospermas conocido como cicadas y se trata de plantas muy antiguas que se remontan al Carbonífero, bueno que sirvieron de alimento a los dinosaurios herbívoros.

Este fósil viviente debemos cuidarlo como tal y sólo cultivarlo si lo adquirimos en un vivero, nunca a partir de la recolección de plantas silvestres. La zamia es una planta que precisa mucha luz, incluso la exposición directa al sol no le molesta en absoluto. No necesita mucho riego pero sí que el suelo se mantenga ligeramente húmedo. Un riego excesivo puede provocar la pudrición de las raíces.

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Las hojas de las hortensias son el principal blanco de las enfermedades, por ello conviene reconocer los daños habituales que presentan esta parte de la planta para poder tratarlas adecuadamente.

Las principales dolencias que sufren las hojas de la hortensia son las siguientes: el oídio, la mancha foliar por cercospora y la antracnosis.

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El cultivo en camas elevadas se ha extendido, sobre todo en jardínes nuevos, por la facilidad en controlar la calidad de la tierra. Como sabemos en las grandes urbanizaciones se mueven enormes cantidades de tierra y el jardín resultante muchas veces no está dotado de la mejor tierra. En realidad es difícil darle el nombre de tierra a este soporte falto por completo de materia orgánica.

En zonas geográficas frías otorgan la ventaja de que el sustrato alcanzará más rápidamente una temperatura elevada en primavera. Antes por supuesto que la tierra que permanecerá con una temperatura muy baja hasta bien entrada la estación. Conseguimos con ello poder adelantar los periodos de cultivo. En cambio en las zonas cálidas el sustrato de las camas se calentará demasiado con lo que aumentará la evaporación y tendremos que controlar muy bien el riego.

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Durante el invierno, las plantas requieren cuidados especiales que les ayuden a afrontar las bajas temperaturas y las heladas.

En muchos casos, las plantas suelen entrar en un letargo del que sólo despertarán con la llegada de la primavera, cuando vuelva a activarse su ciclo vital. Pero mientras esto ocurre debemos ayudarles. Para ello podemos aplicar los siguientes consejos:

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