Guía de jardinería

Quizás porque es sinónimo de procreación, la tendencia a cultivar es tan marcada en las mujeres. Es difícil que no nos tentemos con poner, aunque más no sea en una maceta o aun en una lata con tierra, semillas de tomates o ajíes. Ni qupe decir si tenemos un pequeño jardín: enseguida encontraremos un rincón para hacer una huerta.

Si este es tu caso, te dejamos algunos consejitos para que no te sientas frustrada en tus primeros intentos.

Los cercos son elementos verdes que permiten desarrollar la imaginación dentro de tu jardín.

Hablamos de cercos cuidados, no de espacios verdes salvajes que crecen a la buena de dios. Las topiarias constituyen las especies ideales para plantar en su jardín y lograr un cerco que despierte la envidia de tus vecinos.
El secreto para un buen cuidado consiste en podarlas desde el primer año de vida, por eso es indispensable plantarlas desde muy pequeñas.
Las podas primaverales son indispensables para lograr los formatos deseados. Para eso es necesario utilizar un molde; no debes confiar sola en las tijeras y debes optar por un modo de trabajo mas ordenado y racional.

El ajo es un ingrediente indispensable para condimentar muchos platos. Además, es un cultivo antiquísimo que puede ser sembrado fácilmente en ese lindo rincón que tienes en tu jardín: tu huerta personal.

Las semillas se plantan durante los meses de otoño, especialmente en las zonas de clima templado.

De las plagas de jardín o de maceta las más «populares» y fastidiosas son las conocidas como cochinillas.

Se exteriorizan mediante una especie de babosidad algodonada alrededor de tronquitos y ramitas o como pequeños lunarcitos cascarosos que se adhieren al dorso de las hojas.

Por pequeño que sea el jardín, iluminar nuestras plantas le da un aspecto de cuento de hadas; mas aún si es un jardín de grandes dimensiones y tiene árboles macizos, plantas grandes y con muchas flores.

Pero no es cuestión de poner luces en cualquier parte, sino siguiendo determinadas pautas. Aquí te damos algunas que te pueden ser muy útiles.

A veces ocurre que una planta no se desarrolla a pesar de que hemos abonado y trabajado la tierra debidamente. Pero la falta de crecimiento puede deberse a la falta de minerales.

Hay casos muy comunes como son la falta de nitrógeno, potasio, calcio, hierro y fósforo. Es por ello que hoy les daremos una pequeña guía de ellos.